sábado, setiembre 20, 2008

El pueblo aquel...

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La única playa del Perú no es mi querida Colán y el único lugar para pasear fuera de Lima no es Cieneguilla. Lo que pasa es que yo tiendo a hablar mucho de los sitios que adoro visitar. Pero en esta oportunidad quiero mostrarles un lugar diferente en el que estuve la semana pasada: El Pueblo de Chosica.

Chosica es aquella parte de Lima en donde no se vive envuelto en una nube porque se encuentra a 850 m.s.n.m. y, por lo tanto, se comporta como una sierra soleada todo el año. Allí nos escapamos los limeños cada vez que podemos para respirar un poco de aire puro y divertirnos en algún club.

En esta oportunidad estuve en El Pueblo, una especie de pequeña ciudad en donde en lugar de habitaciones tienes pequeñas casas en donde alojarte. Como todo pueblo, cuenta con calles, plaza de armas, centro médico, centro de convenciones, biblioteca, bar, discoteca y demás. Las pistas son todas de piedra y están acompañadas por algunas praderas y una alucinante piscina.


Si vienen a Lima y tienen ganas de aislarse de la bulliciosa ciudad, les recomiendo este viaje al pasado que nos envuelve en una realidad rural propia de otra era. Uno siente realmente que se relaja al alejarse del mundanal ruido. Y más si participa de las conferencias en las que nos tocó participar.

Los expositores, sin saberlo, citaron varias veces a este blog. Y es que nos preguntaron ¿Adonde vamos? en repetidas oportunidades. Luego nos hicieron participar de variadas emocionantes y divertidas dinámicas, alguna de las cuales están en la foto. Pero lo más importante es que tuvimos oportunidad para conocer mucho mejor a un grupo de gente maravilloso…

lunes, setiembre 15, 2008

Se busca



¿los cambiaron alguna vez de colegio? Ha! Si es así, sabrán de lo que hablo. Cuando uno se muda de ciudad deja atrás una casa, un colegio y unas amigas entrañables. Me pasó cuando tenía 13 años y sobre eso quiero hablarles.


Hubo una época en que vivía casi al frente de mi colegio. Me levantaba cuando escuchaba (¡que tales parlantes!) a la mis Juanita instando a las niñas a formarse y en diez minutos estaba lista cruzando el inmenso portón. Allí nos encontrábamos el trío terrible del final de la fila (sí, en aquella época era alta) para hacer toda la bulla silenciosa permitida. Luego nos perdíamos entre la historia de Grecia, las provincias de Loreto, los pleitos de Huascar con Atahualpa y las raíces cuadradas del Baldor. Claro, de tanto en tanto nosenterábamos de lo que había hecho en cada minuto de su vida la vecina del costado en esa nuestra querida última fila.

Ocho horas después, cuando no tocaba entrenamiento, salíamos presurosas a tomar la 51 (¿o 71?). Era el acontecimiento del día. Angie y yo nos ubicábamos estratégicamente en la parte de atrás para tener una vista panorámica. Y esperábamos el momento mágico en que subían el chinito, el gringo y el susodicho. Luego empezaba el juego de miradas y sus respectivos comentarios: que si me miró, que si no me miró, que si se ve cansado, que si no está cansado, etc. Y así hasta que se bajaban. Y luego el omnibus llegaba a su paradero final y Angie se quedaba en su casa y yo me hacía toditito el viaje de regreso...

Al día siguiente podíamos conversar dos recreos enteros sobre lo mismo con Susan y Sandra o alguna otra. Las teorías iban y venían mientras planeabas como íbamos a mirar a nuestros platónicos galanes en la próxima aventura. Y todo un eterno bla, bla, bla que se repitío a lo largo de todo el año porque, como imaginarán, nunca supimos el nombre de los sujetos en cuestión.

Al año siguiente la historia no se pudo repitir. Me tocó irme bastante lejos. Besos, abrazos, direcciones, recuerdos, lágrimas, etc. Amistades de casi siete años no iban a interrumpirse por la distancia, siempre nos escribiríamos, nos visitaríamos algún día, etc.

Y sí, el primer año recibí cartas de la blanca, pecosa, rizada y alta Angie Origie, quien no conocío nunca al chinito (aunque quizas sí a algún otro). Pero no volvimos a encontramos. Angie se mudó y envió su nueva dirección en una carta que no se porqué razón se perdió. Y como no existía San Google, no hubo forma de reencontrar sus datos. Y nunca más nos vimos.

Alguna amiga me contó que se fue a vivir a Estados Unidos. Otra conocida me contó que se caso y tiene dos niños. Dicen que vino a visitar a uno de sus muchos hermanos en el país hace algunos años. Y si mal no recuerdo, vivo ahora muy cerca de donde ella vivía antes, pero nadie por aquí la conoce. Y, la verdad, me gustaría mucho volver a verla...

p.d. si encuentro la foto, la subo. y si alguien la ha visto, que avise...

lunes, setiembre 01, 2008

Con ustedes: los 20


Y bueno, en honor al Blog Day, creo que vale la pena citar a los ganadores del evento organizado por la comunidad de bloggers del Perú. En un copy paste genuino, procedo a citar a los ganadores para que peruanos o extranjeros conozcan por quienes votaron los navegantes peruanos.

Estos son los elegidos:

Arte
La Nuez

Ciencia
Biounalm

Cine
Chow Fan Blog

Deportes
WWE en Perú

Economía
Admosfera

Entrevistas
La habitación de Henry Spencer

Educación
Álvaro Felipe

Empresas
Márketing y Éxito

Entretenimiento
Manuel Anorga.com

Familia
Educando a mi hijo

Gastronomía
Cucharas Bravas

Humor
Frases PUCP

Literatura
Envueltos en libros

Misceláneo
En punto muerto

Música
Conciertos Perú

Noticias
Perú Notas

Política
Real Politik

Blog personal
Busco Novio

Sociedad
Pobres hombres

Tecnología
Arturo Goga

P.D. REcomendación especial: visitar el blog Educando a mi hijo. Una serie de comentarios e historias de una madre con un niño autista... muy valioso!

jueves, agosto 21, 2008

La cucharita


Era una vez un país tercermundista en donde a la improvisada reparación de objetos dignos de ser desechados se bautizó como criollada. Allí los carros andan hasta cuando parece que solo un milagro los puede hacer andar. No hay rotura o desperfecto que no pase por las manos de un ingenioso mecánico que se vuelve capaz de poner operativo hasta lo más inservible.

Pues en ese país ocurre lo que en otros parece irrisorio. El otro día, un periodista en apuros – como siempre suelen estar los periodistas – hizo un movimiento rápido muy fuerte y su llave USB cayó destruida al suelo. La carcasa, señores y señoras, quedó absolútamente destruida. No había en ella nada rescatable. ¿Y la información? ¿Y las fotos almacenadas? ¿Y el cierre?… las preguntas agolparon la mente de todos los presentes y, como es lógico, causaron un tanto de sobresalto. Procedió entonces el periodista a introducir la maltrecha memoria a su laptop y sí, todos los archivos estaban intactos.

Superado el percance la producción continuó. Archivos van, archivos vienen. La memoria seguía operativa, pero impudorosa ella, carecía de cualquier tipo de plástico que la abrigara o protegiera. El editor, impresionado ante la resistencia de la susodicha, optó por improvisarle un ropaje y tomando dos cucharitas de plástico cubrió sus circuitos y con ayuda de la valiosa cinta adhesiva la dejó recatadamente cubierta. Los presentes aplaudieron la proeza y, tras bautizarla como “la cucharita”, continuaron con sus quehaceres. Y sí, los días pasan sin que ella presente ningún achaque y su dueño sonrie contento cada vez que debe usarla.

P.D. Y miren que hasta quedó pintona para la foto. Lo único que faltó fue filmar el proceso y subirlo a Youtube para que el mundo entero sepa que la creatividad para resolver emergencias en el Perú la llamamos criollada.

jueves, agosto 14, 2008

Lima ya no es Lima



Lima ya no es Lima. Es una metrópoli serrana. El sol quema tanto que te obliga a juntar bien los ojos si quieres mirar hacia fuera. Y el calor te sofoca tanto que lo único que te provoca es sacarte de encima el cerro de chompas y abrigos que te pusiste en la mañana cuando tiritabas de frío.

“Ya me cansé de taxear”, afirmó el valiente chofer que el día de hoy se atrevió a cruzar el centro de la ciudad para llevarme al diario. Y es en realidad valiente porque solo los más avezados aceptan este tipo de carrera. La mayoría se niega categóricamente. Y no va ser. Cada día hay una calle más cerrada y los conductores deben darse laaaargas vueltas para llegar al destino. Y si encima se sofocan de calor…

A mí me encanta el sol y me alegra ver el cielo tan despejado desde las siete de la mañana. Sobretodo cuando es invierno y se supone que deberíamos estar congelándonos de frío. Lo único que me preocupó al sentir tanto calorcito en la mañana fue el no haberme puesto protector solar. Pero al taxista no le hacía mucha gracia. “Así fue el día del terremoto”, anuncia.

A vísperas de cumplirse un año el cielo nos recuerda la tragedia del año pasado. Y nos hace ver al frente y descubrir como el pueblo pisqueño no se recuperó del todo, en especial en los estratos más decaídos. Se construyó algo, pero no lo suficiente.

Y dicen que sigue Lima. Un visionario dijo que el 5 de agosto tendríamos terremoto. Otro repitió ayer en un diario chicha que en estos días tendremos un terremoto de 8,5°, mucho más destructivo que el sucedido en Pisco. Cierto o no, las probabilidades de que la placa se reacomode existen y se supone que debemos estar preparados. Y que podremos actuar mejor que cuando se destruyó Ica: con solidaridad veloz, sin robos de fondos y voluntad de no quedarse llorando.

¿Estamos listos en al ahora soleada y ya no costeña Lima para un remezón? Sé que se hacen simulacros y que Defensa Civil repite sus consejos a cada rato, pero con tanta pista interrumpida (¿Cuál era el objeto de decidirse a reparar todas las calles de Lima en un mismo año? ¿Cuál es la razón de no hacer las obras a tres turnos y acabarlas en menos tiempo?) y tanto hueco a diestra y siniestra, va a ser bastante cahótico movilizarse luego de una tragedia. Si el pasado 15 de agosto tomó dos horas un recorrido que habitualmente toma media hora … con las calles en esta condición ¿Se imaginan lo traumático que será llegar a casa y ver si nuestros familiares y enseres están a salvo?

martes, agosto 05, 2008

Fue ayer...


Fue ayer y por eso me acuerdo. No fue hace 15 años. No. Y quien diga lo contrario, miente. De hecho, estoy segura que cuando me encontré con una de las chicas de la foto en el supermercado el año pasado (los gritos asordaron a todos los vegetales) y me dijo que no me veía desde hace 15 años había cometido un error de cálculo, porque nosotras aún seguimos teniendo 15.

No se dejen engañar por esas miradas desafiantes y esos cabellos revueltos al estilo de la mismísima Gloria Trevi, nosotras éramos unas niñas muy pero muy tranquilas que no daban ningún problema a las madrecitas del Santa María.

No vayan a pensar que nosotras hacíamos bulla, hablábamos en clase o bailábamos en los recreos. No se les ocurra pensar que un día llegamos tarde a clases por ver la final del mundial de voley (Perú vrs. Rusia).

Y por favor, no crean que esos años fueron maravillosos. Ya eras lo suficientemente grande para ser independiente, pero lo suficientemente chica como para seguir dependiendo de los padres. Reías, hablabas por teléfono, paseabas, te divertías y tenías todo el tiempo del mundo para disfrutar la vida.

Sí, fue ayer y no solo lo recuerdo, sino que de vez en cuando miro hacia atrás y deseo volver a vivir esos mágicos 15 años.


P.D. Promo: aquí va la foto prometida.

Y sí, aquí las imagenes confirman que aunque han pasado un par de años (solo eso he, un par de años) seguimos todas con espíritu quinceañero. Todas estamos igualititititititas he... mirad y comprobarlo...

jueves, julio 31, 2008

Sentirte...

Mis oídos se llenaron con tus susurros… y listo. Tan solo reencontrarte es suficiente para olvidarse del estrés de la agitada, bulliciosa y (hoy más que nunca) congestionada Lima. Fue un encuentro breve, típico de fiestas patrias, pero pleno. Aún cuando no había llegado a tocarte, tan solo sentir tu ir y venir cadencioso me bastó para relajarme y dejarme convencer de tus encantos, los cuales comprobé una ves más cuando mis pies se humedecieron en ti.

Te encontré un tanto más frío y calmado que de costumbre, pero como siempre esquivo, lejano, recurrente y seductor. Coqueto jugaste con nosotros, nos entusiasmaste y luego nos colmaste de esa paz que solo tú sabes dar.

Tres días saben a poco, pero también a mucho, porque tu, mi querido mar colaneño, eres capaz de sacarnos de nuestro acelerado ajetreo para devolvernos un poco de paz.

viernes, julio 18, 2008

Con P de patria


Iba en el taxi feliz de sentir tanto calorcito a media tarde de invierno cuando contemplé, iluminado por el sonriente sol que nos visita en este (supuesto) julio de heladas, un letrero de Inka Cola que decía destapa tu identidad (o algo así). Y se me vino de golpe el sentimiento de fiestas patrias.

“Yo me llamo Perú, con P de patria. La E del ejemplo. La R de rifle y la U de la unión. Yo me llamo Perú y es mi raza peruana…”, entonó mi subconsciente mientras caía en la cuenta de que faltan apenas diez días para celebrar las fiestas patrias.

Mi raza peruana. Mi raza mestiza. Mi raza mezclada. Fruto de tantas combinaciones como colores lleva el chocolate. Pero a veces tan lejana de la unidad. Llena de resentimientos históricos, con algunos prejuicios sobreviviendo a vanos intentos de desaparecerlos y no pocas desigualdades sociales.

“Acá el que no tiene de Inca, tiene de mandinga”, dice el dicho. Y francamente, entre tantos romances protagonizados por los indígenas de antaño y los españoles, italianos, chinos, negros y demás extranjeros que se mudaron a estas tierras hace más de 400 años, es una tremenda tontería seguir viviendo como si no fuéramos todos iguales.

Aunque en realidad no somos todos iguales. Somos diferentes en estilos unos de otros. No solo en cada región (costa, sierra y selva) sino también de ciudad en ciudad hay marcadas variaciones. Si bien acá no quedan blancos al estilo europeo ni negros al estilo africano, existen multitud de gamas intermedias que conforman nuestra peruana pluralidad. El tema es tolerar esas diferencias que nosotros vemos grandes pero para los extranjeros son casi imperceptibles, perdonar tonterías del pasado y caminar juntos hacia adelante.

miércoles, julio 09, 2008

¿Paro?


Salí un tanto más temprano, tomando en consideración la recomendación que me dieron ayer. La idea era poder entrar al centro antes de que lleguen los manifestantes. Ya me ha pasado antes que he debido esperar inmóvil más de media hora mientras los manifestantes avanzan a paso de tortuga (aunque sus gritos sonaban tan duro como el rugido de un león).

Me tocó un taxista ayacuchano, que vive en Lima desde hace más de 15 años. Su mamá los sacó de su pueblo porque había mucha violencia terrorista y fue su salvador Fujimori a quien les deben, nos dijo, una mejor forma de vida. “Lástima que haya hecho otras cosas no tan buenas”, me comentó.

Sin nada de tráfico y nada de manifestantes (la vía expresa estaba más despejada que un domingo), llegamos al diario rápido. Pero en el resto del país no se vive lo mismo. Las imágenes nos muestran a un Junin quieto y en silencio, sin ni siquiera los mercados abiertos, a algunas carreteras de entrada a Arequipa bloqueadas y a algunos pobladores de Ica protestando desde muy temprano.

El paro, abiertamente declarado como una manifestación política en contra de la economía de libre mercado que tan buenos resultados nos ha dado en los últimos años, recién empieza. Y si bien es cierto que la mayor parte de la población no lo va a acatar porque sienten no hay ninguna situación demasiado grave por la cual reclamar, el temor ante lo fuerte que puedan ser las protestas domina el ambiente. Y no es para menos. Los desvanes que hicieron recientemente los estudiantes de la Universidad San Marcos porque van a construir una pista que invade parte de su jardín alertaron a la población y nos recordaron lo que era una práctica habitual en épocas del terrorismo.

Con la venia europea (aún no entiendo como se les ocurrió declarar en el congreso europeo al MRTA como un movimiento no terrorista) los chicos se levantaron encapuchados al estilo terrorista, tomaron la oficina del rector y tiraron piedras a los trabajadores municipales como si no fuera posible reclamar pacíficamente y gestionar lo que haga falta para evitar que la pista cruce uno de sus jardines. ¿Y porqué habrían de actuar con calma si quienes fueron violentos tienen justificación internacional para actuar como quieran y no ser sancionados como terroristas?

El Perú tiene 28 millones de habitantes y son solo unos cientos los que marcharan por las calles el día de hoy. El tema no es que reclamen – es bueno expresar disconformidad con algo y solicitar mejoras – sino la forma en que lo hacen. Que caminen tranquilos, que expongan su punto de vista y sean escuchados. Pero nada más. Tirar piedras, quemar llantas, empujarse, golpear a la gente o impedir que quienes quieren seguir trabajando lo hagan no va a solucionar sus problemas. Acuérdense de Mahatma Gandhi y olvídense de Abimaél Guzmán. La violencia nunca nos va a beneficiar.

lunes, junio 30, 2008

Dicen que dijo

"Alberto Fujimori no tiene ninguna responsabilidad en los hechos que son materia de este proceso"

- declaró hoy por la mañana Vladimiro Montesinos, ex asesor del presidente.

O el encierro originó una profunda reflexión en el ex asesor presidencial y ex jefe del servicio de inteligencia y lo llevó a perdonar a su socio cuando este se largo al Japón (mientras a él sí lo apresaron).

O Fujimori es en realidad inocente de los crímenes contra derechos humanos y solo es culpable de delitos económicos (malversación).

O Fujimori sabía todo lo que pasaba, lo dirigía y su asesor lo ha "limpiado" de culpas porque aún son socios, aún tienen ambos pruebas que incriminan al otro guardadas y prefieren no hundirse sino seguir siendo cómplices.

¿Quien tiene la verdad en sus manos?

viernes, junio 20, 2008

Ama Súa

(en castellano: no seas ladrón)




Mientras estuve en Cuzco, paseando por ese encantador y cautivante legado de nuestro pasado no podía dejar de preguntarme por qué pasamos a tener un perfil bajo en la región durante muchos años. El peruano, tímido o temeroso, no salía con garra a conquistar el mundo, sino que parecía esconderse en una cueva para evitar el sufrimiento. Casi como aquellos que dicen ser jugadores de la selección pero se derrotan ante la primera piedra (un penal) y se dejan meter seis goles como si nada.
¿Dónde se quedó el espíritu Inca? ¿Dónde están las tradiciones y creencias que hicieron a este pueblo fuerte entre sus pares durante cientos de años? ¿Dónde está su compañerismo y unidad? ¿Dónde quedaron las leyes básicas de su sociedad (
ama sua, ama llulla, ama kella)? ¿Qué hicieron los piratas y aventureros que cruzaron el mar con nuestros antepasados y sus tradiciones?
Ama sua, en quechua, significa no seas ladrón. Algo que durante muchos años los peruanos parecen haber olvidado. Tanto, que no has vivido en el Perú si no te han robado nunca. Les ha pasado a todos. Y más en Lima, en donde tarde o temprano te "bautizan" con algún engaño. No pienso contar las "n" veces que me han robado collares, billeteras o celulares porque me saldría muy largo el texto... pero sí me gustaría contar lo que le ocurrió el domingo a la señora piurana que trabaja limpiando mi casa. Ella recibió un mensaje en su celular en donde la felicitaban por haberse ganado un televisor de 29 pulgadas, un DVD y un celular Nokia. Feliz contó a todos la noticia. Grande fue su desilusión cuando se enteró que todo era mentira, que era un cuento para robarle el saldo de su tarjeta de recarga (ella sin desconfiar les dio su código secreto de recarga) y que el sueño de llevar un DVD para la humilde morada de su mamá seguiría siendo un sueño...
¿Por qué el Perú dejó de ser esa maravillosa civilización que nos mostraba el guía en nuestro recorrido? ¿Por qué no se ha podido mantener la honestidad y respeto por los bienes ajenos que tanto importaba a nuestros ancestros? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

jueves, junio 12, 2008

Sacsayhuamán





Creo que hasta que vuelva a hacer un viaje tan largo, mi vida tendrá un antes y un después de China. Y es que el viaje al Cuzco me pareció super rápido. Ni bien habíamos subido al avión y ya estábamos aterrizando. Y ni siquiera hubo que hacer cola porque el chek in es en los kioskitos tomo menos de un par de minutos. Incluso a la regresada, como ya teníamos el bording pass impreso, la cola más larga fue para pagar impuestos… y ni tan larga. Una maravilla.

Una vez en Cuzco, la magia te envuelve y el soroche te atonta. A una velocidad 60% menor a la habitual, solo el mate de coca te da fuerzas para alzar los pies (que pesan como 100 kg cada uno), pero nada de eso importa con tal de poder disfrutar del encanto de este rincón del mundo.
Luego de los ajetreos laborales típicos en este tipo de conferencias, llegó el momento de recorrer Cuzco. Una mágica y encantadora experiencia que se perdieron los señores de Indiana Jones. Allí en Sacsayhuamán pudieron haber hecho un par de persecuciones antes de tomar otro avión y volar hasta Nazca…

Según el guía que nos tocó, los indígenas que habitaban esta zona tenían grandes habilidades como ingenieros y no solo idearon la forma para superponer piedras de enorme tamaño que pulían una a una y acoplaban sin necesidad de pegamento o cemento, sino que diseñaron sus edificios y ciudades de forma tal que desde lo alto – hoy en avión – se pueden ver figuras de animales. Por ejemplo Sacsayhuamán es una fortaleza de piedras gigantes, pero no es un muro para proteger la ciudad sino una construcción en forma de halcón (de ahí su nombre) que se usaba para ritos o ceremonias religiosas. Además su estructura, vista desde lo alto, forma la cabeza del gran puma que con sus calles y edificios representa toda la ciudad antigua del Cuzco.
El Cuzco fue el centro de residencia de religiosos y nobles y tanto sus casas como sus calles y sus principales plazas están organizados y ubicados de forma tal que dibujan un puma que mira hacia el norte. La plaza de armas es el estómago del animal y el Coricancha (Qoricancha) lugar de adoración del sol en donde se hacían estudios sobre los astros para planificar las cosechas, su órgano reproductor.

Hubiera quedado mejor la película de Indiana si hubieran dado una vueltita por el verdadero Cuzco y luego se hubieran ido a Nazca para ver las enormes líneas que representan diversos animales. En Nazca no hubo edificios, todas las figuras son hechas en la tierra y sí, es un misterio sin resolver cómo las hicieron o porqué las hicieron. Hay quienes creen que las hacían para comunicarse con sus amigos los extraterrestres… sin embargo es también muy posible que sean dirigidas al Dios Sol, soberano al que adoraban las diversas tribus ancestrales. Y es que el hombre siempre está buscando un ser superior con el cual comunicarse y al cual adorar...

En todo caso, mi queridísimo Indiana Jones, a ver si en la próxima enmiendas la plana y haces una carrerita por estos hermosos y misteriosos paisajes que no son – sin ánimo de ofender – iguales a los mexicanos. México es lindo, tiene construcciones maravillosas, pero diferentes totalmente a las locales. Eso sí, el guía nos aseguró que desde tiempos inmemoriales el hombre a viajado para conocer a sus vecinos y es probable que haya existido algún tipo de contacto con los antiguos mexicanos… pero no tanto como para que acá se hablara su lengua o se construyeran pirámides mexicanas.

lunes, mayo 26, 2008

Te queremos mucho pero…



“¡Indiana Jones, ya he visto 14 veces la película, me has acostumbrado con su música…. Ohhhh Indiana!”, parafraseo la canción porque me incluyo dentro de su club de admiradoras. Cuando apenas tenía 6 o 7 años me llevaron a ver una de sus cintas y quedé maravillada. Desde entonces no me he perdido una. Guapo, rescatador de damiselas en peligro y aventurero. Siempre con una sonrisa que hace perder el aliento. ¿Qué más se puede pedir? Bueno, acá la fanaticada te agradece que hayas hecho una película con viaje al Perú incluida, pero por favor hay que jalarle las orejas al comité encargado de la investigación y del guión…

Para empezar, está bien que viajes en avioneta a Perú. Difícil recorrer tantos kilómetros en naves tan pequeñas, pero bueno, ese no es el problema. El problema es que el indicador de ruta en el mapa marca una flecha que va desde EE.UU. pasando por México y Centro América y llega a Cuzco. En la siguiente toma se nota a Indiana que baja en el aeropuerto de Nazca. NO!!! Imposible señores. Uno no puede llegar a Cuzco y aparecer de pronto en Nazca. Nazca está al lado de Lima, en Ica. El avión debió llegar a Lima y de ahí tomar un carro que los lleve a Nazca. O bajar en Lima y tomar otro avión que los lleve a Nazca (y sobrevuelen tranquilos las líneas de Nazca). Pero no puedes llegar al Cuzco y aparecer en Nazca de pronto. Es como poner un mapa que llega a Miami y aparece bajando en el aeropuerto de Washington.

Luego, cuando camina por la supuesta Nazca en 1978 (¿o era 75?) se cruza con cuzqueños, gente vestida con sus ponchos y polleras. NO!!! NO!!! NO!!! Ica es una ciudad de costa, con sol y calor, llena de agricultores y pescadores y en sus mercados ves gente vestida normalmente (jean, sastre, etc.) o ves gente vestida como chalanes (ver traje de marinera norteña, pantalón de tela, camisa amarrada a la cintura y sombrero, parecido al charro mexicano) pero es muy difícil que te encuentres a un serrano vestido al estilo cuzqueño.

Finalmente están las semejanzas y parecidos con el pueblo mexicano. Sí, somos parecidos, pero nada más. Acá los nativos no hablaban la lengua de los mayas, no tuvimos a ningún mexicano entre nuestros conquistadores (deberían haber hablado de Pizarro!!!) y es difícil creer que en la selva peruana conocieran a los mexicanos. Claro que existen teorías sobre la posibilidad de que fueran los extraterrestres los responsables de los grandes misterios (aunque prefiero creer que fue habilidad e inteligencia de los nativos) peruanos, pero creo que los extraterrestres hablarían en algún dialecto selvático o serrano y no en dialecto Maya.

Es perdonable la asociación maya/inca, porque siempre existe algún estudioso que busca y cree encontrar varias semejanzas entre las tribus ancestrales de los mexicanos y los peruanos. Pero no es perdonable, mi querido Indiana, poner tanto serranos en la costa o poner un mapa que llega a Cuzco y luego bajen en el aeropuerto de Nazca. NO!!!


P.D. Fuera de eso, una película muy linda. Muy pero muy linda.

sábado, mayo 17, 2008

MRTA


Estimados visitantes:

Ayer, viendo a tantos mandatarios europeos reunidos en la nublada Lima para discutir como combatir la pobreza y como evitar que el calentamiento global genere mayores desastres, surgió el imperativo deseo de decirles algo muy importante.
Como no puedo decírselos directamente, se los pongo por escrito. Y sé que es la opinión de muchos limeños.

El Perú está saliendo de una terrible crisis económica que lo castigó por muchos años. Tenemos ahora, gracias a medidas que aplicaron sujetos que hoy están en los tribunales por otras razones, una economía creciente, una inflación controlada y una pequeña pero esperanzadora reducción de la pobreza. Pero todo eso no hubiera sido posible si siguiéramos teniendo ataques terroristas.
Cuando vemos en las noticias ataques de los terroristas islámicos o cuando contemplamos el dolor ante los secuestros en Colombia, sabemos lo que ellos sienten. Nosotros vivimos con el temor muchos años, llenos de torres derrumbadas, coches bombas y asesinatos a la vuelta de la esquina. Quienes mataban tanto a políticos como a inocentes buscando un cambio social estaban cegados por el odio al que tiene dinero y el descontento ante su propia realidad. Tenían razones para estar molestos, nadie lo duda, pero eligieron el camino más sangriento para demostrar su insatisfacción.

Si alguien me dice que un señor era terrorista y ahora ha decidido convertirse en un político de izquierda que no usará nunca más las armas, digo, bueno, aprendió la lección y cambió su forma de proceder. Pero si me dicen que un grupo terrorista, culpable de tantas muertes sin sentido y de tanto dolor en miles de peruanos, tiene el permiso del parlamento europeo para reunirse sin problemas y ya no son reconocidos como grupo terrorista... nosotros les decimos que no.
Señores europeos, los peruanos no queremos que el grupo terrorista MRTA ingrese a la lista de grupos no terroristas. El grupo MRTA es y seguirá siendo terrorista. Si sus miembros quieren dejar de actuar en forma violenta y sanguinaria, que se agrupen en un nuevo partido político. Pero no los dejen con el nombre limpio, como si tanto dolor en nuestro pueblo pudiera ser olvidado tan fácilmente.

Nosotros sabemos lo que es tener cinco años y no poder ir al parque porque era peligroso, tener miedo en las noches porque de repente se iba la luz y no podíamos seguir viendo Candy, tener que apagar corriendo la televisión porque aparecían unos señores matando gente... nosotros sabemos lo que es vivir con el terror y no deseamos que quienes hicieron a un pueblo sufrir tanto estén ahora con el permiso de Europa para no llamarse terroristas.

Por favor, en su próxima reunión, tengan a bien poner al MRTA de nuevo en la lista de grupos terroristas. Los acaban de sacar hace algunas semanas, pero de sabios es enmendar la plana.


PD: Y que haya paz en el país no es porque el MRTA haya dejado de ser violento, sino porque fueron capturados y encarcelados sus dirigentes y no se les ha dejado operar a gran escala como lo hicieron muchos años atrás. Pero quedan aún algunos de sus miembros fastidiando a quien pueden (lo bueno es que los militares los han controlado), como testimonio están las declaraciones de una tribu indígena que vino hasta Lima para dar sus quejas.

sábado, mayo 03, 2008

Laaaaaarga ruta shangai - lima

- ¿Muy larga la cola no? (en inglés)
- mmm (ya no tenía ganas de hablar inglés)
(diez minutos después)
- Si ya tenemos como media hora haciendo cola... (en ingles)
- esto es muy aburrido (en ingles)
y voltie a mirar al caballero, aparentemente inglés, hablando perfecto mandarín con un chino a pocos pasos de distancia. y descubrí adelante a un español conversando amenamente ...
(15 minutos después)
- ¿tendré que recoger mis maletas en Amsterdam? (obvio, en ingles)
- No se preocupe, van directo a Lima. usted solo llega y se registra para el vuelo con este documento (la chinita hablaba perfecto el ingles)
(20 minutos después, ya en aduana)
- sus documentos por favor
(20 minutos después, ya en el avión)
- disculpe, me puede dar permiso para pasar, gracias
(20 minutos después)
- ¿Y a que hora piensa arrancar este avión?
(30 minutos después)
- ¡recién ha pasado media hora!
(30 minutos después de profundo sueño)
- si, gracias, si, jugo de manzana, si, gracias, canelones esta bien, gracias,
(15 minutos después)
breve conversación con el vecino, un ingeniero ingles.
- gracias, muy amable, que excelente servicio.
(1 hora después)
- ¿que hora es? no! todavía faltan como diez horas, y no tengo ganas de leer...
(2 horas después)
- si, gracias, jugo de manzana.
(1 hora después)
- ya se me quito el sueño. ¿Y ahora que hago?
(2 horas después)
- disculpe, permiso, disculpe
(el otro vecino me empieza a conversar, pero ya no tengo ganas de hablar ingles francamente y el como es irlandés tampoco es que habla tanto ingles asi que...)
(2 horas después)
- si, helado esta bien, gracias
(que guapo es este chico)
(1 hora después)
A ver, cuantos chicos guapos había en este avión y yo no me había dado cuenta. guauuuuu...
- que aeropuerto tan grande!
(20 minutos despues)
- disculpe donde queda este hotel
(media hora después)
- un te, un yogurt, un pan con jamón y dos bolsas de papitas, gracias, si si, disculpe pero tengo tanto sueño, gracias
(una hora después)
- donde hay Internet? gracias
(una hora después)
me muero de sueño...
(cinco horas después)
ya no tengo sueño. a ver la televisión. OHHHHH. no. que horrible. ¿y ahora que hago?
(1 hora después)
dormir
(6 horas después)
gracias, es muy amable, ya voy.
(1 hora después)
gracias, un yogurt y un chocolate por favor, gracias.
(1 hora después)
al fin caras peruanas. al fin
(30 minutos después)
¡y a que hora llaman a la fila 15!
(conversación con un español que viene al Perú a revisar unas fabricas)
¡al fin!
este avion es lindo. tiene teléfono con mail (me muero de ganas de enviar un mail solo para ver si funciona...)
(media hora después)
¡a que hora sale este avión!
(media hora después)
ya perdí la cuenta de que hora es en lima. mis vecinos parecen holandés, no tienen pinta de tener ganas de conversar.... mejor duermo
(media hora después)
oh, si gracias, jugo de manzana, si, pastas por favor (ya no quiero nada de comida china señor) ha perdón, comida latina, si esta bien (¡y esto! es latino? ha si, acá dice brasil...)
(media hora después)
que buena música... ¿esto es ...?
(dos horas después)
Asu!!!, cuanto he dormido. ¿Y porque ellos tienen helado y yo no? chispas, me quede dormida para el helado... tengo sueño
(una hora después)
¡que hora es! todavía falta un montón. bueno, veremos tele. si, repetiré capítulos de Bety la fea
(una hora después)
ahora tengo ganas de película...
(dos horas después)
¿cuanto falta?
(media hora después)
si, gracias, ¿esto que es? ha sopa. bueno. que guapo que es este señor...
(media hora después)
que tal sera este documental de arte... este avión esta bien provisto de entretenimiento...
(media hora después)
ya me empezó a doler la cabeza. eso quiere decir que ya vamos a llegar. cuando me empieza el dolor de cabeza es que ya tengo muchas horas aquí...
(una hora después)
que linda vista! la cámara! la cámara! (la chica del costado me mira pero no habla...)
(media hora después)
es la mejor vista que he tenido del Perú en siglos! pero claro, es que nunca viajo de día (ya perdí la cuenta del tiempo, pero deben ser las cuatro de la tarde...)
(media hora después)
¡La mía patria!
(media hora después)
¿y a que hora llegan las maletas)
(media hora después)
es que creo primero vinieron las de los europeos...
(media hora después solo quedamos unos cinco o seis chinos que están a mi lado y tienen como 5 personas de una agencia de viajes que se desviven atendiéndolos y diciendo que ya mismo llegan las maletas)
- ¿trabajas para la Apec? (es que le veo su bolsillo al chico que esta a mi lado?
- somos el comité de recepción. el que esta atrás tuyo es el ministro de turismo de Taiwan. el otro es el ministro de turismo de china. y esta el de ...
OH! he viajado con ministros!!!
- ya llegaron, vengan, tome, pase
- señor, disculpe, yo no soy de la comitiva de los chinos, gracias, ese es mi maleta, gracias, jeje (parece que las maletas que venían desde china estaban las ultimas)

P.D. tan largo como este texto es el viaje. y tan "entretenido" como puede ser este texto. pero sarna con gusto...

viernes, mayo 02, 2008

Estilo liliputiense


Y no me refiero a lo pequeñitos que nos vemos los seres humanos ante los edificios tan altos que hay en Shangai… me refiero a la tendencia primordial en equipos que pude ver en mi visita a China.
Sí, las fabricas de China están centrando sus baterías en la fabricación de nuevos tipos de computadoras. Son como las laptops, pero más pequeñas, y se llaman netbooks y nettops.

Estas nuevas minicomputadoras – más grandes que un smartphone pero más pequeñas que una Vaio – han sido creadas para poder acceder a Internet en todo lugar y costarán entre 100 y 400 dólares. No tendrán todas las funcionalidades de una pc tradicional, incluso en ocasiones no podrán leer dvd o bajar programas, pero servirán como un medio de comunicación (chat, mail, telefonía IP) y de acceso a información vital (desde mapas de la ciudad hasta diarios en línea). Eso sí, para publicar blogs están perfectas, porque toman la foto y te permiten introducir el texto sin ningún inconveniente.

Causaron tal revuelo con su aparición en variedad de modelos (creo que fueron como 12 empresarios chinos fabricantes de este tipo de equipos que circularon ante la prensa presentando sus nuevos equipos) que fueron las protagonistas del evento. Las laptops de los asistentes se veían inmensas ante el tamaño del nuevo tipo de computadoras personales y las desktop… esas ni siquiera se las encontraba uno por pura casualidad.

Y bueno, he de confesar que todos estabamos maravillados con esos pequeños aparatitos para acceder a Internet. Entran en la cartera sin problema, no pesan tanto como la laptop, son casi de las dimensiones de una agenda pero con estas se puede chatear, vienen con pantalla táctil al estilo iphone o con teclado desplegable al estilo blackberry pero no son tan chiquitas como ellos… una monada.

viernes, abril 25, 2008

Censura

¡Ha! No puede uno haber pisado suelo chino sin haberse topado con la censura. En China, cada paso es una aventura, cada suceso, por más sencillo que te parezca, representa todo un reto. Razón tenía la Mont (Una china sin murallas) cuando contaba que hasta comprar una gaseosa era todo un acontecimiento (y eso que ella sabe algo de chino). Me di cuenta al llegar y pedirle la hora al chofer del taxi del hotel, quien luego de muchos intentos míos finalmente entendió que le estaba señalando el reloj. Imaginen lo apoteósico de intentar cualquier tipo de comunicación…

En fin, regresando a la censura, la encontré ni bien llegué, antes de mi histórica perdida. Y es que cuando uno entra a un cuarto de hotel, lo primero que hace es prender la televisión. Y fue allí donde vi, con asombro, la versión censurada del cable. Sí, como corresponde, el hotel tenía varios canales de TV, pero todos eran en ininteligible mandarín. El clima, las noticias, las series animadas para niños y las películas. Cuando había perdido esperanza de encontrar algo interesante, encontré unos tres o cuatro canales internacionales. Estaba Blomberg (noticias), uno de naturaleza (no recuerdo si era el Discovery) y dos de películas. HBO y Cinemax. Pero no era el HBO al que estamos acostumbrados en Sudamérica. Era un canal con unas películas rarísisimas, de mensajes muy cuidados. Nada de americanadas. No sé si en las casas la gente tenga opción a ver otro tipo de programación, pero por lo que pude apreciar durante los días que estuve allí, no había la gran variedad de películas y programas a las que estamos acostumbrados. Era lo opuesto a lo que se puede encontrar en Amsterdam, en donde tuve oportunidad de espantarme ante el exceso de libertad en la tv.

Más tarde, cuando llegué al salón de prensa (luego de subir caminar en círculos y volver a subir), pude volver a sentir que había censura. Digo yo que era censura. Lo que pasa es que las computadoras – todas chinas, con caracteres chinos por todos lados – ponían muchas trabas para entrar al gmail. Y ni que decir para bajar mi bandeja de entrada del periódico. No había forma de abrirlo. El censor lo censuró y punto final. Adiós acceso a otras fuentes de información. Y no solo era mi máquina. El europeo de mi costado gesticulaba aireado ante los caracteres chinos que le aparecían negándole el acceso a determinadas direcciones. Y eso que no intentábamos navegar por esos lares oscuros tan libre en sociedades democráticas. Aunque los colegas mexicanos corroboraron esta teoría y afirmaron que intentaron en sus laptops abrir varias páginas de contenidos “peligrosos” y les fue absolutamente imposible.

¿Y en las calles la gente tiene libertad? ¿Las mujeres tienen derechos?. ¡Va!, Con mi ausencia de mandarín poco pude enterarme, porque mi nivel de comunicación se limitaba a las gesticulaciones y a dos o tres palabras en inglés que ellos lograban entender. Sin embargo, pude observar, con asombro, que acá los hombres son los importantes. En los restaurante me acordaba de Mulán y su prohibición de hablar con varones cuando veía a las meseras que no intercambiaban palabra con los meseros, pero si entre ellas. Pero más aún me llamaba la atención ver que las chicas recogían los platos de los hombres de nuestra mesa primero. No importa si las mujeres ya habían terminado, había que recoger el plato a todos los hombres y luego entonces quizás, con suerte, recogían el de una. Muy atentas les traían gaseosa, hielo, platos y todo lo que necesitaran mientras pasaban al lado de una sin inmutarse por lo que nosotras pudiéramos necesitar…


P.D. Felizmente en los hoteles, las damas si somos tratadas a lo occidental…

viernes, abril 18, 2008

A 260 metros de altura

El primer día, luego de la tremenda perdida que ya les conté, llegué al evento cansada pero contenta. Entre en un universo de celeste y blanco, ojos jalados y sonrisas de blanco reluciente. Decenas de jóvenes orientales me recibieron en inglés – nunca antes me emocioné tanto de que alguien me hablara en inglés – me inscribieron, me dieron el respectivo material de trabajo y me indicaron que subiera a las charlas.

Como era de imaginar, el edificio no funcionaba bajo la lógica latina. Uno subía por un ascensor a un piso, pero tenía que caminar en un pasadizo que se me hacía completamente curvo y sortear diversos salones de pequeñas puertas para llegar al piso deseado. Y si quería ir al salón de prensa pues tenía que tomar el ascensor al piso 7 y luego recorrer el pasadizo hasta llegar a un letrero en que había que subir por otro ascensor al piso 9, dar media vuelta más y finalmente llegar al área de prensa. No había un ascensor directo al piso 9. Ni uno directo al piso 5. Pero eso solo lo descubre uno luego de bajar y subir varias veces dando vueltas (como si ya no hubiera dado uno varias vueltas encontrando el edificio y no hubiera viajado 24 horas en avión).

Dos días después descubrí, al otro lado del puente, la razón de tanta vuelta. El edificio era en realidad dos grandes óvalos (al estilo del planeta tierra) unidas por un rectángulo de unos once pisos. Por eso algunas conferencias eran en una sala grande rectangular de techo super alto y algunas otras eran – como la divina sala de prensa – en un óvalo escalonado.

Aquel primer día del IDF de Intel me enredé en un mundo de orientales y europeos y me olvidé de mi querido castellano. Estaba tan contenta de tener con quienes hablar sin señas que no me cohibía en entablar conversación con cuanto representante encontraba en la feria. Al fin estaba con seres humanos a quienes entendía. Al fin sentía que no era una analfabeta. Así transcurrió la tarde hasta que nos dijeron que nos íbamos a la cena de bienvenida.

Salí siguiendo a las varias chinitas con letreros que nos indicaban el camino, cruce la pista por la que había trajinado más temprano ya con las rodillas que se me doblaban. Me paré ante la inmensa Oriental Pearl Tower y seguí a los periodistas europeos – tan blancos como limpiaditos con Ñapancha – hasta el ascensor. Allí la elegante y refinada chinita nos explicó – en inglés por supuesto – que nos dirigíamos al restaurante ubicado a 260 metros sobre el piso.

Allí llegué una vez más a otra circunferencia y descubrí que había una mesa para cada país o región. Y encontré al fin a mis colegas latinos. Fue recién cuando pude sonreír con felicidad total. Y recordé mi querido castellano. Y conté mil veces mi historia de la mañana …. Y nos reímos de lo extraño que era estar rodeada de gente tan diferente hasta que nos dimos cuenta que no estabamos quietos. El circulo sobre el que estabamos sentados se movia. Despacio, sí, pero rotaba. Uno podía ver en un momento un lado del río y media hora más tarde ver solo la ciudad. Una ciudad inmensa, llena de rascacielos y belleza artificial (o creada por el hombre a lo largo de los últimos años).

sábado, abril 12, 2008

¿How much?



El poder del ingenio humano es maravilloso. Y la capacidad de hacerse entender con señas o símbolos también. En el barrio de Shangai viejo, allá donde Mao no se imagina como se convive tan a gusto con el capitalismo reinante, se ve mucho de eso. Chinos que te saludan y se despiden en inglés, que solo entienden el ¿how much? y usan una calculadora y señas para comunicarse contigo.

China no es, al menos es lo que vi, un país lejano al consumismo. Por el contrario. Las calles del barrio comercial, muy lindo por cierto, estan llenas de gente que compra y vende. Y no solo turistas, tambien encuentras una clase china con suficiente poder adquisitivo y refinada educaciòn. Y vendedores de todos los tipos. Al estilo ambulante perseguidor - popular en comunidades latinas - del negociante regateador y del estirado con precio fijo, boleta en mano y marcas originales.

Definitivamente Shangai viejo es el lugar en donde puedes encontrar de todo a precios increbiles. Y puedes poner tu propio precio. Como decia el colega argentino "es divertidisimo negociar con ellos". Una casaca de marca te puede salir por menos de diez dòlares y los relojes por un sencillito. Eso sí, no se les ocurra ir a buscar plata al banco. Es mejor cambiar los dolares en el hotel y salir a comprar con efectivo, porque las tarjetas de crèdito no son recibidas en todo lado y les puede pasar lo que al colega brasileño - a quien se le quedo atrapada la tarjeta en un cajero chino.

Al estilo de todo lugar turìstico, tiene tiendas, parques, museos, casonas antiguas hermosas, cafés finos, mac donald (cuando no), carretillas, ambulantes y pequeños kioskos llenos de contrabando. Si tienen tiempo, pues no pueden dejar de ir allì y comprar, disfrutrar, pasear y entretenerse. Eso si, como los taxistas no hablan inglès, es mejor que lo tomen en la puerta del hotel (los del hotel le indican la direccion) o que tomen el tren... pero no caminando. ya sabemos lo que pasa si se intenta llegar a cualquier lado caminando...


P:D Y si, este barrio es lindo y me hacia recordar al barrio chino que tenemos en Lima. Perdòn!. El barrio chino de Lima tiene algo del espìritu que reina en el barrio de shangai viejo. Aunque claro, la comida del chifa limeño es de lejos, a mi particular modo de ver, mucho mas rica...

martes, abril 08, 2008

Analfabetismo a lo chino




Hay que tener en cuenta que las dimensiones no son universales. Me explico. Había yo llegado a Shangai en un vuelo diferente al de mis colegas latinos y debía darles el alcance en el Centro Internacional de Convenciones para participar en un congreso. Llena de autoconfianza consulté el mapa del hotel y como ví que el citado centro quedaba a menos de doce cuadras de distancia (dos a la derecha y luego nueve en línea recta) salí caminando tan tranquila. Y ese fue mi error.
Para todo aquel que piensa ir a China le cuento que las cuadras acá no son como en latinoamérica: SON MUCHO MÁS GRANDES. Por cada una cuadra peruana o argentina, multiplique usted su largo por la cantidad de edificios que hay en la cuadra china y obtendrá el tamaño de la cuadra china. Y es que una cuadra china puede equivaler a cuatro, cinco, siete u diez cuadras peruanas.
Tal como imaginan, casi a punto de desfallecer, descubrí mientras avanzaba que la siguiente vereda no llegaba tan pronto. Y que me tomó cerca de una hora recorrer las citadas 12 cuadras. Lo bueno es que pude apreciar de cerca el movimiento urbano, la cantidad de gente pobre que se transporta en bicicleta para ir a trabajar de obreros en las inmensas fábricas que atienden al mundo entero, la inmensidad de sus edificios residenciales (con cientos de mini departamentos acurrucados en su interior), la barbaridad de tractores y constructores que están arreglando las pistas a cada esquina para las olimpiadas, lo escasos (o casi inexistentes) que son los teléfonos públicos y lo lindo que son sus parques.
Cuando terminé la interminable cuadra doce pensé que mis problemas se habían resuelto. Tremendo error. Una vez más la lógica china se chocó contra mi latinidad y me mostró que encontrar el edificio era casi imposible. En lugar de una esquina o un óvalo había una especie de centro en forma de triángulo al cual llegaban varias callecitas y donde habían no unos cinco sino unos 30 edificios inmensos (como de cien pisos…) de todas las formas (ovalados, triangulares, rectangulares, cuadrados, con círculos incorporados…). Madre Mía!!!
¿Encontré la dirección? No señores. Me acercaba a los chinos, les enseñaba la tarjeta con caracteres chinos con la dirección del centro de convenciones y todos me respondían en inteligible mandarín (chauchismoentuchei) y señalaban al frente. Iba, cruzaba y caminaba y volvía a preguntar y me volvían a mandar al frente. Miraba a los edificios y comparaba los caracteres chinos de mi tarjeta con las supuestas letras chinas que había en los edificios y no conseguía encontrar similitudes. Convencida una vez más de mi analfabetismo chino, volvía a preguntar y me volvían a mandar de regreso al otro lado de la calle… Así estuve 55 minutos hasta que gracias a la misericordia divina, dando una vuelta más, encontré un letrero en inglés que con una flecha que indicaba donde estaba en centro de convenciones….