jueves, agosto 14, 2008

Lima ya no es Lima



Lima ya no es Lima. Es una metrópoli serrana. El sol quema tanto que te obliga a juntar bien los ojos si quieres mirar hacia fuera. Y el calor te sofoca tanto que lo único que te provoca es sacarte de encima el cerro de chompas y abrigos que te pusiste en la mañana cuando tiritabas de frío.

“Ya me cansé de taxear”, afirmó el valiente chofer que el día de hoy se atrevió a cruzar el centro de la ciudad para llevarme al diario. Y es en realidad valiente porque solo los más avezados aceptan este tipo de carrera. La mayoría se niega categóricamente. Y no va ser. Cada día hay una calle más cerrada y los conductores deben darse laaaargas vueltas para llegar al destino. Y si encima se sofocan de calor…

A mí me encanta el sol y me alegra ver el cielo tan despejado desde las siete de la mañana. Sobretodo cuando es invierno y se supone que deberíamos estar congelándonos de frío. Lo único que me preocupó al sentir tanto calorcito en la mañana fue el no haberme puesto protector solar. Pero al taxista no le hacía mucha gracia. “Así fue el día del terremoto”, anuncia.

A vísperas de cumplirse un año el cielo nos recuerda la tragedia del año pasado. Y nos hace ver al frente y descubrir como el pueblo pisqueño no se recuperó del todo, en especial en los estratos más decaídos. Se construyó algo, pero no lo suficiente.

Y dicen que sigue Lima. Un visionario dijo que el 5 de agosto tendríamos terremoto. Otro repitió ayer en un diario chicha que en estos días tendremos un terremoto de 8,5°, mucho más destructivo que el sucedido en Pisco. Cierto o no, las probabilidades de que la placa se reacomode existen y se supone que debemos estar preparados. Y que podremos actuar mejor que cuando se destruyó Ica: con solidaridad veloz, sin robos de fondos y voluntad de no quedarse llorando.

¿Estamos listos en al ahora soleada y ya no costeña Lima para un remezón? Sé que se hacen simulacros y que Defensa Civil repite sus consejos a cada rato, pero con tanta pista interrumpida (¿Cuál era el objeto de decidirse a reparar todas las calles de Lima en un mismo año? ¿Cuál es la razón de no hacer las obras a tres turnos y acabarlas en menos tiempo?) y tanto hueco a diestra y siniestra, va a ser bastante cahótico movilizarse luego de una tragedia. Si el pasado 15 de agosto tomó dos horas un recorrido que habitualmente toma media hora … con las calles en esta condición ¿Se imaginan lo traumático que será llegar a casa y ver si nuestros familiares y enseres están a salvo?

1 comentario:

Viv. dijo...

Preveer es necesario, por supuesto; pero con la naturaleza no podemos... Solo nos queda hacer lo humanamente posible, y agradecer que el sol HOY brilla y el cielo está despejado...
(Poco auspicioso mi comment, por cierto) Un abrazo fuerte.