miércoles, enero 31, 2007

Meme sin meme


Luego de casi 18 horas sin dormir, estoy en veremos. Digo, estoy en una cabina del aeropuerto, la cual cobra 7 veces más la hora de lo que cuesta ordinariamente el consumo en la bulliciosa Lima. Luego de días de ardua concentración hago un pare momentáneo y antes de que me tumbe el sueño y me deje el avión no me pude resistir a dedicar unos minutos a este agradable y apetecible rincón en búsqueda de rumbo. A ver si ahora puedo visitar a algunas de mis amistades bloggers. A ver si finalmente me trepo al avión y viajo. A ver si no me quedo dormida intentando explicarles que es muy agradable encontrarse gente amable y sonriente aun cuando todo parece patas arriba, gente que te hace menos difícil una madrugada en sala de espera y que al menos parece dispuesta a solucionar todos tus problemas.
El propósito del presente post es cumplir con el encargo de Esther, pero cumplo y no cumplo. Sucede que en mi pc hogareña tengo a mi lindisima sobrinita apachurrando a su efelante, y por más que quiera no puedo poner su imagen aquí, porque las fotos de los niños no deben subirse nunca a un blog por seguridad.
Abro un ojo un poco más, levanto mi cabeza y me explico. El meme - que por cierto me pareció genial - es poner cual es la imagen que tienes en el escritorio y explicar porqué la elegiste. Y bueno, yo elegi a mi sobrinita porque es linda, porque es mi sobrinita, porque es muy buena niña y ....

- "Despiertese señorita! ya pasó una hora de alquiler

- "Si jefe, dejé el artículo listo en el mail...."

- "Señorita"

- ¡Todos invitados a seguir el meme!!!

miércoles, enero 17, 2007

Castillo de arena


Al llegar a Colán, lo primero que vemos, luego de sonreír ante la sonriente bahía adornada con palmeras y casas de playa, es el pueblo, al borde del cual crece un antiguo y arenero templo. Por lo grande, parece sacado de una ciudad antigua y pegado ahí en medio del balneario. Es la construcción más enorme del pueblo en donde los pescadores artesanales duermen la siesta en sus pequeñas casas de adobe.

Cuando era chica, nos parecía toda una aventura ir los domingos. Había que treparse al carro – son por lo menos dos kilómetros desde la playa hasta el pueblo – y ponerse zapatos. Había que dejar el agua y ponerse vestido. Pero no se nos hacía tan pesado pensando en buscar el momento para subir al campanario.

El templo estaba casi en ruinas. Todo él se destartalaba. Las pajas del techo, las paredes de piedra y las puertas parecían caerse en cualquier momento. Uno entraba y sentía que viajaba en el tiempo. Nos sentíamos Indiana Jones en uno de sus viajes fantásticos. Y ni bien terminaba la misa corríamos al peligro, a trepar esas casi escaleras que llevaban al campanario, desde donde se podía ver toda la playa. Aun cuando nos decían no suban, ahí estabamos nosotras gritando, temblando, casi cayéndonos, pero finalmente llegando a subir para mirar la playa.

Con el paso del tiempo la prohibición al campanario fue formal e iniciaron la reconstrucción del templo. Miles de dólares donados por el gobierno alemán, entre otras instituciones más, hicieron posible el milagro de no ver el templo derrumbado. Tomo varios años y mucho esfuerzo del comité pro restauración evitar el derrumbe.

Los documentos y estudios históricos realizados no mienten. Es el primer templo construido por los españoles cuando vinieron al Perú. Y es el primer templo construido en todo sudamérica. Es una reliquia histórica. Al parecer los españoles que vinieron y pusieron una cruz marcándolo como territorio español, vivieron ahí un tiempo y construyeron el citado templo. Pero luego, miraron la punta de la bahía y decidieron poner la ciudad allá, en Paita. Así construyeron templos más grandes, casas más grandes y armaron el puerto que aún hoy funciona en Paita, quedando Colán solo como una playa a donde ir para descansar.

No obstante, la historia no ha terminado. El templo no está completamente reconstruido. La sacristía está al borde del desplome. Las imágenes de santos requieren retoques de pintura y no todo es color rosa. Por si fuera poco, un documento “se extravió” en la región y no se pudo concretar una nueva donación. Y mientras el dinero no llegue, el tiempo sigue haciendo estragos.

No es una catedral, no es un elegante palacio, ni es visitada por miles de turistas. Es toda color arena, toda piedras y cañas, toda pasado detenido en el tiempo. Es hermosamente rústica, sencillamente playera, simplemente nuestra. Y no les extrañe que si algún día me caso, lo hago allá.

miércoles, enero 10, 2007

jueves, enero 04, 2007

todos a una

Como bajada de reyes quiero compartir - y así cerrar el capítulo fiestas - la geníal iniciativa que tuvo Matías, de la BBC. El nos propuso escribir una historia navideña en un mes, aportando cada uno dos párrafos. Recordé mis épocas de scout, cuando alrededor de una fogata íbamos inventando una historia y a su turno cada quién agregaba nuevos detalles...Y así fue. Matías inició el círculo y luego todos fuimos colaborando hasta cerrar con bombos y platillos. Cooperamos, nos conocimos, interactuamos... fue genial.
Aquí les copio el cuento para que lo lean todos los bloggers que vienen por acá. Nos encantará conocer sus opiniones sobre el mismo...

Matías
Era diciembre y hacía frío. "El tiempo está loco", murmuró Antonio cuando escuchó el viento golpear con insistencia la ventana.
Miró el calendario -uno de esos baratos, "regalo" de una mercado mayorista- y confirmó lo que ya sabía: faltaban 10 días para la Navidad y aún no había decidido qué le diría a Ana cuando llegara el momento.

Carta Náutica
Se casarían en enero, pero acordaron: sin la estabilidad económica de ambos la boda se postergaría.
Entonces ¿cómo explicarle lo que para él significó la reciente fusión de su empresa? Deseaba un libro de Autoayuda sobre cómo confesarle a tu novia un despido en vísperas de tu última Navidad como soltero. Se río con ganas.

El Cubano de la Isla
A lo mejor debería buscar en los sueños alguna pista sobre su futuro. Sin embargo después del despido su inconciente se había convertido en una fábrica de absurdos. En su último sueño se le había aparecido Riquelme disfrazado de Canguro.
¿Qué podía significar algo así? Podía ser un indicio de cualquier cosa... Regalar un canguro, una camiseta de fútbol, un viaje a Australia. La idea le llegó de pronto como una premonición. Con sus últimos ahorros debían viajar a Australia.

Roberto Álvarez Galloso
Antonio decidió pasar por la agencia de viajes Boca Tur donde trabaja su primo Roberto. En la agencia presentó su pasaporte y logró un arreglo de una semana en Australia para Ana. El arreglo incluía una carta para la embajada.
Antonio paso por la embajada y logró una reunión con un representante. La reunión salió positiva y le dieron la visa para él y para Ana para viajar hacia Australia.

Letra Suelta
Al día siguiente, Ana permanecía quieta en su cama. No quería levantarse. No quería trabajar. No se sentía bien. Pensaba en los días que se vendrían. Habrá sido una decisión correcta, pensó mientras escuchaba por la radio que un ex dictador había fallecido.
A los pocos minutos se levantó y de inmediato tomó el teléfono móvil y quiso comunicarse con su adorada y encantadora abuela Dora, quien se encontraba en la ciudad de Lima, Perú.

Acuario
Al levantar la bocina, Ana recordó aquellos momentos cuando era una niña, tenía el consuelo de su abuela cuando era reprendida por alguna travesura, y quiso escuchar una vez más la voz que nunca dejó de fluir amor y palabras de sabiduría, eso le llenaba a Ana de un espíritu de optimismo y fortaleza para seguir adelante. Sabía que al hablar con ella se sentiría respaldada como cuando era una pequeña.
Mientras tanto Antonio ya imaginaba un mundo de fantasías con su viaje a Australia, ¿Tal vez sería un cambio de vida para ambos?, ¿Podría encontrar nuevas oportunidades?

¿A Dónde Vamos?
Pero Ana apenas si pudo cruzar unas cuantas palabras con la abuela, porque para variar, se le acabó el saldo en un par de minutos. En ese instante sintió un vacío en el estómago y volvió a echarse a la cama, derrumbada. ¿Y si no conseguían trabajo en Australia? ¿Y si viajar era un error?
Media hora después, arrastrando los pies, se animó a salir. La palidez de su rostro asustaba. Al dar vuelta a
la llave y mirar el incipiente sol, una inocente voz la distrajo. Un pequeño de cinco años buscaba a San Nicolás.

La Propaladora
Todo sucedía tan rápido. Habían pasado algunos días, no sabía cuántos, desde que Antonio le contó lo de su despido y se había desencadenado esta nueva aventura loca de probar suerte en Australia. Recién ahora, al ver a este chiquito parado, mirándola con enormes ojos negros, Ana se dio cuenta de lo tonta que había sido al sentirse desesperada.
Julián el hijo de sus vecinos le recordaba que mañana era Nochebuena y no importaba si vivirían en otro país, lo que valía era estar juntos, unidos. Ahora que lo pensaba hasta podría ocurrir... un milagro de Navidad.

Trazos de piel
Con tantos días de intensos cambios, había olvidado la Navidad. ¡No podía creerlo!, -¿Qué ha pasado conmigo y con Antonio?-se dijo-. Fueron los ojos inocentes de Julián que la hicieron detenerse de sopetón y reaccionar.
Quizás el milagro de Navidad estaba comenzando. Ana se acercó al niño, acarició su cabello, como si con eso le agradecía su vuelve a la vida y a la esperanza que había ido dejando en el camino. A un día de Navidad allí estaba la clave.

Casiopea, o historias de una realidad alternativa
El recuerdo de su abuela, su fe en aquel niñito nazareno que estaba por nacer y la certeza de querer seguir sus sueños hasta donde fuera posible le dieron el valor para hacer lo que nunca hubiera imaginado, y así mientras comenzaba con los preparativos para la cena de navidad llamó a Antonio
Juntos decidieron pasar la mejor Navidad hasta entonces vivida antes de partir, reunir a sus familias, amigos y parientes, compartir su tiempo y su alegría por el nuevo rumbo que estaba tomando su vida, había caramelos y abrazos para todos, sonrisas y palabras de alegría

Sara
Entre música, anécdotas y una que otra bebida, cada uno fue recordando como Antonio y Ana, se habían conocido y como fueron uniendo los lazos de la amistad, hasta convertir tus amigos y mis amigos en “nuestros amigos”.
Y aunque Ana se sentía feliz de ser la anfitriona algo en su interior la tenía intranquila, no sabía si era emoción o inseguridad. Antonio mientras tanto, pensaba si talvez no era el viaje lo correcto, sino simplemente regalar una camiseta de fútbol.

Gordita linda
Ana se aísla por un instante, observa a todos hablando animosamente, se esconde en el baño unos minutos…en el espejo se encuentra con una imagen borrosa, la mirada que grita preocupación y las ojeras profundas traducen el insomnio…Recuerda a su abuela: "sigue tu corazón hija", fue lo último que le dijo antes de salir de Perú.
La sangre de Dora en sus venas es suficiente excusa para negarse a hacer algo de lo que no está convencida.
"Basta, esto no es lo mío!" – se dice a sí misma - sale del baño y mira fijamente a Antonio…"¡no viajo!" – le dice, bajo la mirada pasmada de todos – "no quiero aventurarme en un viaje sin sentido, me quedo aquí y tengo un par de proyectos que seguro podré echar adelante. Si te quieres ir lo respeto, pero yo me quedo!"

Blógico
Aún en medio de aquel silencio que parecía eterno, y bajo las miradas interrogantes de los que estaban allí presentes, Antonio se acercó a Ana tratando con un abrazo de aliviar el cansancio y la angustia que reflejaban sus sollozos.
"Ya, está bien", susurraba Antonio mientras sus brazos apretaban con más fuerza a Ana. Aquel momento pareció haber congelado el pasar de los minutos, tanto así, que nadie notó el mensajero que con un sobre en la mano había entrado a la sala y presenciado todo. -Perdón, busco al señor Antonio García, tengo un paquete para él-.

Eduardo
¡Oh! ¡Qué momento especial!, se escuchó entre el murmullo de fondo.
Ana y Antonio se miraron como interrogándose. Ana toma la iniciativa, como para develar el misterio, ensaya en forma espontánea un tono de voz firme y amable: "Deme por favor el paquete"... y he aquí la sorpresa inesperada.

Jessica
Ana dijo: Gracias, mientras tomaba el paquete, y ambos dejaron la sala silenciosamente. Abrirían el paquete a solas. Antonio estaba sorprendido al leer el nombre del remitente, mientras ella le miraba sonriendo dulcemente, y dijo en silencio: "Estos son mis planes."
Era una caja de madera, aún se podía sentir el aroma del bosque en él. Encontró una nota, una pequeña nota que decía: “Caminamos juntos”. Ana dijo sollozando de alegría: “No podía esperar hasta hoy para decírtelo y preparé este regalo atrapando el tiempo para los dos“.

A doce horas de distancia

Se miraron a los ojos y enseguida supieron lo que significaba todo eso. "Caminando juntos". Necesitaban estar preparados. No era inseguridad sobre el amor que sentían el uno por el otro, era la incertidumbre del futuro, el instinto de sobrevivencia en un mundo inestable, donde ellos querían triunfar sin dejar de soñar.
Los primeros días de enero Antonio salía de viaje a Australia con la caja de madera en la maleta, guardada como un tesoro, y la promesa de volver a ver a Ana al año siguiente en Navidad. Sería un año difícil a 18 horas de distancia en avión. La noche de Antonio sería el día de Ana, y viceversa, sin embargo, allí estaría la caja de madera con olor a pino y repleta de recuerdos.

La hormiguita
Antonio comprendió que, a partir de ahora, aquella caja de pino era su única, su más valiosa propiedad, porque Ana había depositado en ella algo más que los recuerdos compartidos: su esperanza.
Por eso se apretaría el corazón para transformar la nostalgia del ayer en la ilusión del mañana, el gran momento en el que tendría a Ana de nuevo entre sus brazos. Y reflexionando en ello, sintió que la energía de la vida penetraba de lleno en su alma.

Planeta atabex
Los días de enero llegaron y con ellos el triste momento de la separación. Nada había preparado a Antonio para lo que vendría; al aterrizar en Australia, sintió una gran sensación de extrañamiento: todo su entorno carecía de significado alguno. Sólo la cajita de madera que le había regalado Ana le recordaba que no era una pesadilla sino su nueva realidad.
Al cabo de un año Antonio tuvo dinero suficiente y regresó a casa e hizo sus sueños realidad junto a su adorada Ana. Ana y Antonio pasaron la mejor navidad de su vida y días después se casaron. La primera noche en su nueva casa Antonio volvió a tener el mismo sueño de hace un año. Esta vez el canguro se transformó en un ave de alas enormes que volaba hacia él.
Al despertar Antonio miró a Ana y sonrió complacido porque esta vez si estaba seguro del significado del sueño.

Fin