viernes, octubre 27, 2006

A los 61

A los 61 tiene un blog.

A los 61 ha ganado un concurso en la BBC.

Les presento al pintor

Este es otro peruano con talento de exportación.

martes, octubre 24, 2006

¡El amor... algo de a dos!!!

El domingo, pasando de un canal a otro llegué a Big Love. Una serie controversial, escrita pensando en ganar una gran sintonía gracias a lo candente del tema. Ahí había tres mujeres discutiendo sobre porqué la primera esposa era la que imponía el orden y porqué trataban a la tercera esposa como una criada. Y el hombre contestaba el celular y se desentendía del tema: que se arreglen ellas solas. Supongo, presiento, que la idea es desanimar a quien piensa la poligamia es algo super divertido. ¿Tres amas de casa en la misma mesa? Menudo lío. Si hasta en países donde la poligamia es permitida – nuestros hermanos árabes– son pocos los que se dan el lujo de mantener varias esposas porque la ley los obliga a darles a cada una exactamente lo mismo.

El viernes, de noche, el taxista también le entró al tema. Según su teoría, el problema del Perú, la raíz de tanta pobreza, es la poligamia. “Mire usted. Ayer me encontré con un amigo que me invitó a su matrimonio. La chica está en cinta. Pero este amigo ha tenido ya otra mujer con la que tiene una hija. Pero antes, cuando estábamos estudiando, una compañera de clases también tuvo un hijo con él. Tres hijos, de tres mujeres diferentes y no tiene ni 25 años. Si fuera el único caso que conozco… pero no, tengo otro amigo que tiene ya cuatro hijos de tres mujeres diferentes. Y otro que ha tenido cinco hijos con dos mujeres diferentes. Ese es el problema de este país. Tienen hijos y los dejan regados por ahí, pasando hambre. Mientras eso no cambie…” – me decía mientras esperaba el cambio de la luz roja.

El lunes, navegando, quedé boquiabierta. La noticia estaba no solo en diarios, sino también en cuanto blog de actualidad hay. Nuestro flamante presidente aceptó ante cámaras tener un hijo de un año y nueve meses fruto de un romance extra-matrimonial. El anterior presidente – Alejandro Toledo – tuvo una de sus peores crisis cuando se supo que no había reconocido a una niña con otra mujer que no era su afrancesada y aguerrida esposa. Acá, la diferencia es que el niño está reconocido desde su nacimiento, en febrero del 2005, y que fue concebido cuando Pilar y Alan pasaron por un periodo de separación. En la foto que ha dado la vuelta al mundo, al costado del presidente, de pie, estaba su esposa – Pilar - quien muy serena y calmada, mostraba apoyo a su esposo. La coincidencia es que ambos presidentes, como otros señores nn, han tenido hijos de diferentes mujeres.

Mi mente regresó a Big Love, donde unas mujeres comparten marido, gastos, cenas y quehaceres cotidianos. Y la comparé con la realidad peruana, donde algunos ciudadanos – no todos –tienen familias y mujeres por temporadas. Acá esposa uno desconoce a esposa dos y detesta a esposa tres. Esposa uno maneja sueldo de esposo, esposa dos vive de lo que ella gana y esposa tres ni siquiera tiene hijos reconocidos ante la ley. ¿Dónde está el amor propio de las esposas en Big Love? Digo porque ellas, a diferencia de las engañadas por un esposo tramposo, saben que el señor tiene ya una mujer e hijos y deciden no solo estar con él sino que aceptan que él esté con las otras dos días a la semana. ¿Acaso son más felices por la falta de mentiras? ¿Tendrán más estabilidad sicológica por tener un ingreso mensual asegurado?

Volvamos a la definición de amor. ¿Amar es compartir esposo? ¿Amar es permitir ser la segunda o tercera en la vida de un hombre? ¿Amar es algo entre tres? Por amor, una esposa puede llegar a perdonar una infidelidad y tratar de ser afectuosa con el fruto de esa infidelidad, pero de ahí a llegar a permitirse a si misma que la traten como algo que se atiende solo dos días a la semana…

viernes, octubre 20, 2006

Toca morado

En octubre el centro se transforma. Y no es para menos. Se celebra una de las principales tradiciones religiosas del país. Si uno se pasea por el Jirón de la Unión encuentra rostros nuevos, vestidos con la respectiva túnica morada e iluminados con la respectiva mirada de fé. Parece por segundos respirarse otro aire y la esperanza retornara a muchos corazones. Eso es algo lindo. Una socióloga me dijo una vez que el peruano es así, un tanto pesimista en lo habitual, pero entusiasta en momentos determinados, como cuando revive su fé en la tradicional fiesta del Señor de los Milagros. Y hasta el temblor de 6 grados de hoy en la mañana fue ante todo, para la mayoría de los devotos, un recordatorio de cómo la venerada pintura del Cristo Morado fue lo único que sobrevivió al terremoto del 20 de octubre de 1687.

Pero octubre es también el mes de las corridas de toros y – no lo podemos olvidar – del delicioso turrón de Doña Pepa. ¿Qué es eso? se preguntarán los lectores no peruanos y yo les respondo: algo digno de ser comido muy despacio para saborearlo al máximo.

La buena nueva de hoy es que lo estamos exportando cada vez más. Sí, se va a Japón y a Estados Unidos, según Adex. Y este año ya hemos exportado 57% más que el año pasado, alcanzando la cifra de 21 mil dólares en ventas de 5,356 kilos. Parte del crecimiento se debe a que hemos empezado a exportar a Bolivia, Ecuador y Chile. Además, muchas pequeñas empresas lo están fabricando en buena calidad y por eso acá en Lima las ventas también han crecido en un 20% (ya llegamos a cerca de un millón de kilos consumidos).

Pero bueno, con el turrón de Doña Pepa hay que tener cuidado, porque algunos ambulantes te venden una galleta dura bañada de pegajoso caramelo que puede dar indigestión. Personalmente, los mejores turrones que he comido fueron preparados o en mi casa o en casa de alguna tía de cariño. Una masa suave que se deshace en la boca en un aroma de anís endulzada por una miel ligera y delicada. Así es cuando sabe rico. Y sí, alguna panadería hacen buenas imitaciones, pero no tan buenas como si es preparado en casa. Por eso, invito a los bloggers lectores a intentar prepararlo. Sí, es un poco complicado, pero vale la pena probar. (Los lectores hombres que no son aficionados a la cocina pueden sugerirlo a sus novias que intenten prepararlo en su versión simple o en su versión compleja).

Aquí les dejo la receta, no sin antes comprometerme a intentar volver a subir otro chiste algún día (como imaginarán, no soy muy contadora de anécdotas… pero dada la buena recepción trataré de desarrollar también esa faceta).

Receta
(Para 10 personas)

500 gramos de harina preparada
250 gramos de manteca
1 tapa de chancaca
1 pizca de anís de grano
1 pizca de achiote
Clavo de olor
Canela entera
Cáscara de naranja o limón
Limón
Sal

Luego de remojar el anís en un vaso de agua tibia, cernimos la harina y la mezclamos con la manteca. En este momento, añadimos el agua con una pizca de achiote (hasta que la masa adquiera una coloración entre amarillo y anaranjado). Luego, agregamos una pizca de sal, las pepas del anís (remojadas en agua tibia) y amasamos (utilizar el agua del anís). Dejar reposar la masa. Posteriormente, hacer rollitos circulares (estos deben poseer un largo de acuerdo a la fuente en la que se hornearán). Llevar al horno hasta que se doren y se inflen levemente. Por otro lado, elaboramos la miel con chancaca, clavo de olor, canela en corteza, cáscara de naranja o limón (también podemos agregar unas gotas de limón). Este dulce debe tener una consistencia gruesa. Finalmente, armamos el turrón, colocando los palitos horneados e intercalados con la miel. Para adornar el turrón utilizar confites de azúcar.

Más información en en la web Cristo Morado

martes, octubre 17, 2006

¡Resulta que soy casada!!!

Escena 2
Viernes noche. Familia reunida cenando.

- Papá: hijita hoy te llamó tu esposo (con la seriedad que lo caracteriza)
- Yo: ¿Qué? (casi me atoro)

Escena 1

Ring – Ring – Ring

- ¿Aló? (contesta con su habitual voz de malo mi papa)
- Buenas Tardes. ¿Se encuentra la señora Marcela?
- Acá no hay ninguna señora Marcela (super amargo)
- ¡Habla su esposo?
- ¡Marcelita es soltera!!! (a punto de un paro cardiaco)
- Perdón señor, estamos llamando de Telefónica para ofrecerle...



P.D. ¿Vieron? La bebe siempre será la bebe.

lunes, octubre 16, 2006

Lo justo

Vamos casi la mitad de la familia – mi papa y yo – en un taxi rumbo a quehaceres típicos de un sábado.

- ¡Mira! Abimael condenado a cadena perpetua – afirma gozoso mi papá.
- Lo mínimo. Autor intelectual de miles de muertes – contesto.
- Bien hecho – interviene el taxista.
- Sería el colmo si lo hubieran dejado salir – argumento emocionada.
- Esos terroristas que tanto daño hicieron a tanta gente. Pero deberían darles la misma pena a los militares. Yo lo he vivido. Ambos hacían lo mismo – añade reflexivo el taxista.
- ¿Usted es de Ayacucho? – como se imaginarán, ya estaba yo inclinada hacia delante y con la mirada fija en el conductor. Sólo me faltaba la grabadora.
- Sí. Tenía diez años cuando llegaban al pueblo, sacaban a todos a la plaza y mataban a los que no hacía lo que ellos querían. Pero era igual si llegaban los terrucos o si llegaban los militares. Siempre iban encapuchados. Siempre habían muertos.
- ¿Y cómo pudo salir de ahí? – intervengo angustiada.
- Me escapé. Ellos iban al colegio y sacaban a todos al adoctrinamiento subversivo, nos llevaban al cerro. El que no quería ir iban y mataban a sus padres. Tenías que obedecer. Yo me tiré a la asequia. Aguanté la respiración mientras todos pasaban por encima. Cuando se fueron empecé a correr y luego de caminar muchas horas llegué a la ciudad con un tío, quien me pagó un camión que me llevó hasta Lima.
- Aquí su vida fue otra….
- Sí. Ya han pasado muchos años…
- ¿Volvió alguna vez a Ayacucho? Dicen que ahora está bonito, tranquilo, más recuperado.
- No. Yo nunca volví, pero me han contado que la vida es otra.
- ¿Y está agradecido a Fujimori por erradicar el terrorismo?
- Para mí todos los gobiernos son igualitos. Ninguno es especial. Uno mismo va marcando el rumbo de su vida – sentencia con una mirada tranquila, un rostro sereno y una media sonrisa en los labios.

Me quedo unos minutos en silencio. Su mirada me hace recordar a mi querido Bilbo cuando partía rumbo a la tierra de los Elfos y luego de tirar el anillo al piso le decía al mago “Ya sé como terminar mi libro. Y vivió tranquilo y feliz por el resto de sus días”.

Cuan importante es, aveces, tener el valor de huir.

martes, octubre 10, 2006

¡Pim! ¡Pam! ¡Pum!

(No está de más hablar de Miraflores, ahora que andan los alcaldes en campaña)

Partimos rumbo al parque, como cualquier otro fin de semana. Montadas en bicicletas, los problemas parecen quedarse atrás, lejos, en la bulliciosa cuidad. Entre el verde de los árboles, las flores miraflorinas y la vista al océano pacífico, la paz reina.

El malecón es una de las partes más bonitas de Miraflores. Aquí los niños son felices. Los parques tienen una baranda desde donde puedes contemplar la playa. Si hay viento puedes volar cometas. Y si no, están los juegos, las pistas de patinaje y demás columpios.

Valgan verdades, y le duela a quien le duela, desde que los Andrade asumieron la alcaldía de este distrito, la apariencia turística mejoró mucho. Se invirtió en jardineros, se armaron edificios, se limpio bien la pista…revivieron la zona. Por si fuera poco, en el aspecto informático han logrado muchos aciertos. Desde el Wi Fi hasta las sesiones en línea, pasando por la instalación de cámaras en las principales vías… se ven avances importantes. No obstante, existen todavía mejoras importantes por hacer en cuanto a la zonificación, la eliminación de algunas zonas peligrosas y otros detalles. Uno de ellos saltó en evidencia el fin de semana pasado.

Luego de varias vueltas, montar por aquí y jugar por allá, antes de iniciar el regreso vimos algo alarmante. Unos agentes de seguridad bajaron al gras y entre gritos y amenazas tomaron al pobre heladero de los hombros. Hubo todo un forcejeo y mucha violencia. Luego de un par de malas palabras lo subieron a un camión. Una mujer salió en su defensa y le tiró tierra a los efectivos policiales, quienes ni se inmutaron.

Los espectadores de tamaña grosería nos quedamos boquiabiertos. Más de un niño menor de cinco años señalaba y preguntaba alarmado a sus padres porqué se estaban llevando los helados. Mi sobrinita, quien ha comido esos helados desde que nació y sueña con llegar al parque para que le compren uno, reclamaba airosa desde su bicicleta.

Luego de unos minutos – es cierto, me demoré en reaccionar – fui al policía más cercano, quien me explicó que en los parques está prohibida la venta ambulatoria sin el debido registro. Bueno, no sé yo si los helados eran clandestinos o porqué no tenía licencia el pobre hombre, pero respetos guardan respetos. ¿Qué les cuesta hacer su trabajo en forma más civilizada? ¿Por qué no miran que hay muchos niñitos muy pequeños ahí a quienes asustaron con tanto escándalo? ¿Porqué recién hoy lo levantan en peso? ¿Porqué no hacen eso con los delincuentes callejeros a media noche? ¿Y los drogadictos o borrachos que se amanecen en los rincones menos vistosos del distrito?

No es que le haya quitado mi voto de reelección al alcalde actual, ni sueño con que todos los problemas se desaparezcan en un minuto, pero si me parece importante, como ciudadanos, exigir mayor cuidado en los espectáculos que se arman en un parque infantil y poner aún más empeño en sancionar duramente al delincuente.

Al rato, ya casi olvidando el suceso, volví al borde del malecón a contemplar las aguas verde azuladas y suspirando comenté “Que relajante que es venir al parque, ¿no?”. A lo que mi sobrinita, ni corta ni perezosa, arguyó: “Hoy día no tanto. ¿No viste el - pim - pam - pum que le dieron al pobre heladero?”.

No sé que opinan ustedes, pero en ese instante, mi sobrinita me dejó sin comentarios.

lunes, octubre 09, 2006

Tres perlas de las Américas


Larga falda florida, rizos casi cobrizos, delgado rostro arábigo y mirada inteligente. Su nombre es sinónimo de excelencia. Sus notas tan altas como sea posible tenerlas.

Jeans apretados, coquetos lentes de sol y figura envidiable. Sabe tanto de aeróbicos como de música o de hidratantes capilares. Los chicos que suspiran por ella en las fiestas no se imaginan lo responsable, inteligente y aplicada que es. Que la jalen es un imposible.

Siempre a la moda, siempre contenta. Con ojos muy grandes y sueños irrompibles. Desde pequeña una traviesa. Tan sentimental como la que habla, tan estudiosa como las otras.

Las tres son tan distintas, tan dispersas, que no es fácil juntarlas en una frase. Pero aún cuando una sigue en Piura y las otras se fueron muy lejos, el 12 de octubre las tres celebran lo mismo. No es que el día de la raza sea tan importante para ellas. Ni que el descubrimiento de América merezca un almuerzo especial (y que me disculpe Colón si se siente desplazado). Resulta que por cosas del destino, nacieron el mismo día. Y estudiaron juntas cinco años la misma carrera. Y compartieron tanto dichas como tristezas, renegaron por los mismos trabajos de lengua, suspiraron por los mismos profes españoles, protestaron al unísono por las pruebas con puntos negativos de cine y por supuesto, se graduaron el mismo día.

Son tres perlas de las Américas que conquistó Colón. Tres frutos del mestizaje. Ni incas, ni españolas, ni asiáticas. Simplemente piuranas como el algarrobo, la chica de Jora o el Secochavelo. Una de ellas, luego de batallar en la cruel Lima regresó al pueblo natal para encontrar el amor. Las otras dos se enamoraron de extranjeros y cruzaron el océano con una maleta cargada de ilusiones (según sé, les ha ido muy bien) para difundir a su patria en tierras extrañas.

(P.D. Y como siempre, no faltaba más, con un mensaje las saludo a las tres)

miércoles, octubre 04, 2006

Pasiones e ideales



Sus ojos azules sonreían al verla llegar. Tocaba la bocina del añejo Chevrolet mientras movía animoso su espigada mano. La nieta – alumna de estudios generales preocupada fundamentalmente en si el amor de su vida de aquel entonces la seguía mirando o no desde la banca de la cafetería – se trepaba tan lento como le era posible.
- ¿Qué hubo? – telegrafiaba.
- Parece que se nos viene la tercera guerra mundial – aseveraba preocupado, aunque sin perder la sonrisa.
- Andá! ¿De veras?
- Escucha…

Y sí, Estados Unidos estaba ejecutando la tormenta del desierto. Para la nieta era un poco difícil imaginar una guerra con tan hermoso paisaje enfrente (el sol se hundía entre nubes coloridas y sombríos algarrobos). Pero su abuelo, incansable amante de las primicias aún cuando su día a día eran un ir y venir de cheques y granos, tenía la suficiente paciencia para explicarle la necesidad del petróleo oriental y la irracionalidad del tráfico de armas.

“Las noticias son mejores que las novelas, porque suceden en la vida real. Día a día, hora a hora, minuto a minuto, te van contando lo que sucede en el mundo. ¿Y qué pasará ahora? – se vive preguntando uno luego de escucharlas. Y al día siguiente, un nuevo capítulo nos permite conocer lo que pasó y prever lo que pasará. Son apasionantes” recalcaba siempre.

Y sí, es probable que esa pasión fuera contagiada a la nieta, quien desde aquel entonces se definió como periodista de corazón. El título vendría después. Y la práctica, la verdadera ciencia, mucho más tarde, cuando el abuelo ya no podía hablar, pero sí seguir sonriendo con la mirada. Sus azulados ojos se humedecen cuando ella le lee un texto y le dice que ella misma lo escribió. Y alza las cejas asombrado cuando ella le muestra el papel con su nombre impreso.

Desde que Gutemberg inventó la imprenta somos muchos. Desde que Simón Bolívar fundó en 1825 un diario peruano, el más antiguo del continente, somos muchos más. Nuestros predecesores fueron los cronistas de la conquista, pero la profesión - tal como la define Leonidas Yerovi - “trabajo diario a la conquista del garbanzo señor nuestro” – se consolidó en el siglo pasado.

El 1 de este mes, acá en Perú, fue nuestro día. Y en estas líneas quiero aprovechar para felicitar a mis colegas, muchos de los cuales se desviven por informar la verdad a pesar de las críticas o reproches. Trasnoches, algún pie torcido o algún dolor de espalda acompañado de un negro café madrugador, son nada ante el gusto por cumplir la misión.

Y sí, podemos ser la más noble o la más ruin de las profesiones (como bien lo dice un letrero en la entrada); podemos ser quien con ojo crítico indica el sendero de una nación o podemos ser cómplices de su destrucción; podemos investigar y denunciar las carencias de una sociedad o hacernos de la vista gorda… podemos, si queremos, ayudar a cambiar el mundo.

lunes, octubre 02, 2006

Mi clave secreta



Pasando por el centro (por cierto: de la italiana y su novio ni la sombra) me percaté de un anuncio que me llamó la atención. Un banco dice que es muy antiguo y para probarlo publica una imagen de un periódico de principios de siglo. Me acerqué bien y … sí, no había leído mal, el número telefónico era de tres dígitos. TRES DIGITOS!!!

Caray. Como nos hemos complicado hoy la vida. Mi cabeza tiene un sancochado de números. 1,3,4,2,6,7,5,... Ni la sopa de letras aguanta tantos. Ya no sé si respiro aire, o números. Y el problema no es tanto los números telefónicos, porque la memoria del celular los grava todos y con una tecla llamamos. Tampoco en los anexos del diario, porque buscas el apellido y ya. Maquinita trabaja. El gran lío lo arman las benditas claves. En casa, para llamadas internacionales, digite su clave de ocho dígitos. Para salida a celular digite su clave de cuatro dígitos. Para ingresar a la red digite su clave de diez dígitos y no se olvide de poner una diferente el próximo mes. Para el correo uno, seis dígitos. Para el correo dos, ocho dígitos. Igual para la cuenta tres y cuatro.

Sí, cuatro cuentas de correo puede sonar a mucho, pero es lo mínimo: una es para el blog, otra para fotos, otra para temas personales y otra para trabajo. Ha! Me estaba olvidando de las claves para los bancos. Una para tarjeta de crédito, otra del supermercado, otra para el banco a y otra para el banco b. No importa que hayan cero soles guardados, la clave debe ser secreta. Y faltan las claves para las webs. Sí, una para mi blog, una para el directorio de noticias, otra para el banco de fotos a, para el archivo de noticias b… ¿sigo?

Bueno, si se pudiera poner a todas la fecha de nacimiento de uno, no existiría problema alguno. Pero no. La clave tiene que ser secreta y difícil de adivinar. Tiene que combinar números, letras y símbolos. No puede ser la misma en tooooodos lados. ¿Por qué? Te roban información, te roban dinero, te roban imágenes para cochinaditas, te roban la tranquilidad o se enteran de los últimos chismes familiares.

Limeños, la Internet es insegura por esencia y muy insegura por costumbre. El 90% de las conexiones inalámbricas en zona residencial no cuenta con la mínima protección requerida. Yo voy a un centro empresarial y puedo entrar a la base de datos de cualquiera de los allí residentes. Esa es la verdad. Y en la red fija, por cable, como nos encanta comprar software pirata versión año de ñangué … y juramos a nadie le interesa nuestra vida … hay cientos de programitas espía copiando todo lo que digitamos con el único fin de ver si consiguen los números de una tarjeta para sobregirarla.

Un linuxero que se sienta por aquí dice que la solución es el software libre. El otro experto dice que la solución es cambiar con frecuencia las claves y nunca apuntarlas en un papel (simplemente memorizar). Y yo digo ¡AUXILIO! cada vez que veo la frase “digite su clave”… ¡Chispas! ¿Acá cuál era? … “Usuario incorrecto” … A ver…. “¿Olvidó su contraseña?” … hay compu, fíjate que no me había dado cuenta…”Usuario incorrecto”… ¿Porqué nos complicaremos tanto la existencia?…

La buena noticia es que ya tenemos unos policías donde quejarnos si nos roban info o nos roban plata o cosas peores. En España el comando debe llevar años de trabajo y muchos logros, pero acá recién tienen un añito, pocos recursos y muchas ganas de atrapar a los ciberdelincuentes. Aquí te brindan algunas herramientas para detectar IP sospechosos y averiguar si dicho Troll es un delincuente internacional. No está de más tener ese link a la mano.