viernes, junio 30, 2006

sonrisas



La humedad es la culpable de que las pantuflas estén húmedas. Las mujeres desesperadas de Norteamérica las culpables de mi profundo sueño. Y la falta de cafeína la culpable de no encontrar las llaves. Aún no sonrío.

El ómnibus va lento y el ruido del motor retumba en mis oídos. Una radio Felicidad nos recuerda que el amor nació del alma. Y de pronto tengo frente a mí un lindo ejemplar masculino. Sus ojos son verdes como las hojas de un eucalipto, sus risos oscuros como la noche regalan un agradable contraste y su porte de deportista (maletín de Adidas en mano) un buen augurio.

Una moneda se cae y el galán se agacha. Dedica miles de segundos a atraparla. Me regala una primera sonrisa y yo guardo presurosa la moneda. Cierro los ojos hasta que el recitar de penas de un sencillo anciano me conmueven. Le compro un caramelo de menta y le sonrío convencida de la veracidad de sus palabras gracias a su triste mirada.

Estamos ya en el centro y el periódico me llama. Hago un gesto a mi bonito vecino y él atina a decirme "¿Ya te vás?" con otra hermosa sonrisa. Deambulo sobre algodones sin cruzarme con ninguna otra sonrisa hasta el diario.

La máquina se enciende y me avisa de algunos cumpleaños. Lulu, que no crece ni cambia jamás, es la reina de las sonrisas y está de fiesta. Todos la quieren y consideran simpática. Ella siempre está sonriendo. Aún cuando tiene una lluvia de quejas que oír. Aún cuando le duele la cabeza. Aún cuando está molesta con superman o con Toledo. Pero no solo ella. María Eugenia, otra reina de la sonrisa a pesar de los pesares también está de fiesta. Y Mónica, la de la nada, y Claudia, la del corre que corre. Lindo mes es julio. Lindo es tener tan alegres amigas. Lindo es encontrarse con gente siempre sonriente.

viernes, junio 23, 2006

sálvese quien pueda!!!



(Retos diarios que merecen coraje)

Va uno por la avenida Cuzco deslumbrado por la cantidad de cosas que le pueden vender en la vía pública a un sol (gorros, mandarinas, libros piratas, lupa de bolsillo de oferta y n cosas más) cuando, cual papá de Nemo frente a las medusas, debe armarse de valor y cruzar la avenida Tacna.

Esta avenida no tiene nada de la heroica ciudad del sur. Con sus ocho carriles, cuatro de subida y cuatro de bajada, es ante todo un retrato vivo del criollismo puro. Variopintos personajes, de todos los colores, olores y vocabularios se juntan solo por coincidencia con una única y temeraria intensión: sobrevivir mientras se transportan.

Somos como veinte las personas detenidas en la esquina esperando cambie la luz roja. Una madre con dos niñas, un par de amigos de lo ajeno buscando víctimas, un obrero de construcción, una empleada del hogar hablando por celular, un par de jóvenes en traje y currículum en mano… todos contemplamos la pista llena de ómnibus.

Sí, aunque parezca mentira, la luz roja indica que las personas no debemos cruzar y los carros deben avanzar. Pero aquí ocurre lo contrario. Unos ocho ómnibus están detenidos en plena intersección y no solo no avanzan, sino que no dejan avanzar a la hilera interminable de taxis que vienen por la avenida Cuzco. Cual perros del hortelano no dejan cruzar a nadie, excepto a unos ocho peatones avezados que se escabullen como chocolate derretido entre fresas.

Como la exasperación de los peatones aumenta, algunos se atreven a competir contra el agudo chillido de las diversas bocinas y gritan un par de barbaridades. Finalmente la luz cambia y los ómnibus arrancan. En segundos la pista esta despejada y los peatones emprendemos la marcha envidiados por los amarillos taxistas que siguen sin poder cruzar. En eso volteo y veo que un omnibus viene a toda prisa directo hacia nosotros aún cuando debería estar parado esperando el cambio de luz. No queda sino apresurar el paso y salvar la vida.

jueves, junio 15, 2006

Gooooool!!!

La única vez que me divertí de a de veras con el fútbol fue cuando quise jugar un partido. Eramos como diez, entre ellas mi queridisísima prima Meli (la mejor de las mejores amigas) y otro tanto de adolescentes atolondradas (Susana, Enma, Mary, Joysi, Sara, etc.).

Si mal no recuerdo, por alguna misteriosa razón habían suspendido las dos últimas horas de clases y como estábamos en época de mundial se nos ocurrió la genial idea de jugar un partido de fútbol.

Como todas éramos principiantes el desempeño fue parejo. Pero fue tan pero tan parejo que no había como decidir quien jugaba peor. Lo bueno de tantos desatinos fue lo divertido que la pasamos. Creo que nunca en mi vida me he reído tanto.

Ahí iba corriendo una a hacer un autogol. Ahí iba otra haciendo un pase a la del equipo contrario. Más allá una quinceañera alzaba una pierna con tres segundos de anticipación al momento en que llegaba la pelota, de forma tal que daba una gran patada al aire, la pelota seguía su curso y la susodicha terminaba en el suelo.

Lo peor de todo era que no teníamos mucho físico y todas nuestras carreras (por más que estábamos en una cancha de basquet) eran cual cámara lenta… la única que no iba en cámara lenta era la pelota, que se escapaba y nos sacaba la lengua sin reparos mientras nosotras nos doblábamos de la risa.

He de aclarar que si bien el juego no fue muy profesional que digamos, barra no nos faltaba. Toda las chicas de la promo estaba sentada alrededor celebrando nuestros disparates. Y hasta teníamos una "experta" en la materia que decía ser el árbitro pero que en realidad hacia las veces de narradora radial del evento.

Sí, ese fue un partido entretenido. Porque los que dan ahora en la tele, déjenme decirles, son un tantito aburridos. Para empezar se demoran demasiado en hacer un gol. Luego pierden tiempo en pases y pases y pases y llegan al arco y sacan fuera la pelota y siguen con pases y pases y pases… habría que tener una pc al costado o un experto dispuesto a explicar sin molestarse para entender las estrategias de los equipos.

Valgan verdades, para que un partido de fútbol sea entretenido, al menos yo, necesito: primeros planos de los bellos jugadores emocionados, alguien dispuesto a dar explicaciones sencillas (estilo mi abuelo), bastante pop corn, un excelente equipo en la cancha (estilo Brasil!!!), gente con quien discutir o celebrar un gol y posibilidad de pararme varias veces a distraerme en otra cosa sin tener que dar explicaciones a la audiencia.

p.d. no se porqué, pero la generación de mi sobrinita es otra cosa: patean con mucha mayor destreza!!!

lunes, junio 12, 2006

Noches oscuras

"Las niñitas valientes no lloran!". Sentencia el tío con voz agridulce y la llorona de cinco años, nariz entomatada y ojos inyectados, se pone bien seria a pesar de que todo es oscuridad. Se volvió a ir la luz porque unos señores malos han tirado una torre.
Encienden la radio y caminan todos juntos a la ventana. Fue desde ahí que ella aprendió que la ventana era una gran aliada, porque afuera está la luz de la luna. Las velas no alumbran tanto y se hace más factible que aparezca por la chimenea "El tío Cosa". Allá, mirando la calle, se ríen de tonteras, cuentan historias o cantan, esperando que regrese mamá.
Esos apagones son el pan de cada día. Se repiten a cada rato. ¿y porqué nos quitan la luz si nosotros no les hemos hecho nada? – se pregunta la pequeña. Le parece ver a esos señores malos asomándose por la ventana, pero siempre hay alguien allí explicando que son solo las hojas de los árboles que mece el viento.
Lo peor son las explosiones. Esan suenan feísimo. Un primo dice que esa torre de allá la tumbaron la semana pasada. Y esa el mes pasado. Y aquella la han tirado tres veces y sigue funcionando. Un terrorista, dos terroristas… sobre una torre derrumbada!
La pequeña no sabe de política, pero sí entiende que esos señores son bien malos, porque los dejan sin luz a cada rato. Además sus primas dicen que matan a la gente. Dicen que incluso hay niños pobres que ven morir a sus padres. Y una vez interrumpieron Candy para pasar imágenes de una cárcel, donde unos señores se mataban. No era película, era verdad, ocurría en ese instante.

No quiero eso para mi sobrina. Mi generación sufrió el horror de la violencia y no desea que se repita. No podíamos salir solos a jugar a la calle. Algunos no iban ni al cine sin guardaespaldas. Un coche bomba podía aparecer en cualquier lado…
Comprendo la incomodidad del sur. Departamentos como Puno, con 79% de pobreza (49% de los mismos viven en pobreza extrema) ven como el oro de las minas se exporta mientras ellos pasan hambre. Viven con cien soles al mes mientras que acá en Lima alguien gasta eso en un par de zapatos nuevos. Comprendo su dolor. Necesitan apoyo, sí, pero matar al rico y votarlo del país no es la solución. El terror, el dolor y la división no arreglan nada.

lunes, junio 05, 2006

¿adiós dictador?

Taxi ida y vuelta: 15 soles.
Pollo a la brasa con papas y ensalada blanca: 22 soles.
Torta helada: 8 soles.
Gaseosa: 3 soles.
Snacks para el camino: 5 soles.
Endulzar el paladar y adormecer los sentidos para tolerar mejor el tener que elegir al menos malo: No tiene precio!!!

El primer paro cardiaco fue un segundo antes de conocer los resultados del flash en donde Alan gana con las justas. El segundo sobresalto fue en la noche, cuando Humala dio su primer discurso y en lugar de reconocer la derrota, habló como si tomar palacio fuera la consigna. Finalmente a las once dijo respetar los resultados, pero aún así sentía escalofríos cuando lo escuchaba convocar a todas las fuerzas de izquierda para juntos hacer realidad su propuesta nacionalista. Más que piconería, me sonó a amenaza.

El resultado, Alan ganador, fue tranquilizante para muchos, pero no pasó de ser un desconsuelo similar al que se siente cuando quieres comer torta de chocolate y tienes que conformarte con un plato de avena. Alan ganó con votos prestados, si señor, con votos de la derecha costeña.

Supongo que el Apra debe sentirse sumamente satisfecho. La pituquería limeña votó con ayuda del parkinson, el diasepan o un vasito de ron. Salían de votar hasta con cargo de consciencia, como si hubieran tenido que sobreponerse a una alergia mortal. Miraflores parecía un cortejo fúnebre. No solo había poca gente en los centros de votación durante la mañana y muchos miembros de mesa ausentes, sino que el desánimo estaba en las miradas y se respiraba antipatía en el aire.

Y los humalistas andan molestos. Ganaron en 15 departamentos, pero como Lima y el norte en general tienen más habitantes, perdieron en el total. Ayacucho, donde se vivió el terrorismo mientras duraba el primer gobierno de Alan García, votó por Humala, porque agradecen a los militares por haber acabado con la violencia en su tierra. Arequipa siguió fiel a su convicción antiaprista y también votó por Humala. Y el taxista que me llevó al supermercado en la víspera, donde dicho sea de paso me robaron mi monedero, voto por Humala porque lo considera un hombre moral y correcto. ¿Y le parece correcto matar a la gente? "Claro señorita, a los ladrones y corruptos hay que matarlos"….

Así las cosas, Alan tiene ahora una enorme responsabilidad de concertación, de trabajo con los pobres del interior y de evitar el renacimiento del odio. Y Humala tiene que resignarse, porque la mayoría del pueblo peruano le dijo NO a su discurso violento y a sus amenazas antidemocráticas. El voto del venezolano Chávez no fue suficiente.