viernes, marzo 28, 2008

24 horas

Con la seriedad que amerita el caso, el jefe me llamó a su escritorio el otro día y me dijo que me fuera a la China. Y lo dijo en serio. Así que aquí me tienen, haciendo las maletas. Un tanto preocupada por si entenderé a los chinos. Y aún más preocupada porque no se cómo sobreviviré las 24 horas que dura el viaje. En realidad son 12 horas hasta Holanda, dos en el Aeropuerto y luego otras 12 horas más hasta China. Si pudiera tener Internet durante el vuelo aprovecharía – feliz a morir – de revisar todos los blogs amigos que nunca alcanzo a revisar por mis correteos diarios. Pero como no es así, pues recibo todas las sugerencias sobre como aprovechar tanto tiempo sentada. Y así, cuando alguien encuentre este post al navegar, pues también tenga una idea de qué hacer en similares circunstancias.

Ni bien pueda, pues subo mis impresiones sobre este lejano país con el cual no me une ningún parentesco directo (mis ojos son chiquitos, sí, pero no tengo ni bisabuelos ni tatarabuelos chinos) y del cual conozco tan poco.

lunes, marzo 24, 2008

Chatarra


Un casi hippie se subió hoy al bus matutino. Y empezó a criticar a la comida y bebidas chatarra. Yo, que en efecto me encontraba tomando una cola (pepsi o coca cola, una de las dos) no me inmuté mucho con sus críticas hasta que lo escuché decir que los peruanos estamos comprando inventos fabricados por los estadounidenses que solo malogran el estómago, como la gaseosa o el chicle. “Mucho más saludable es masticar 20 hojas de coca en la mañana en vez que desayunar una bebida chatarra que ofrece felicidad en su comercial” dijo mientras yo tomaba, lo confieso, un sorbo de mi gaseosa. Creo que lo irritó un poco que yo no dejara de tomar mi bebida, porque se iba exaltando en sus críticas, las cuales no pararon hasta que nos ofreció a la venta una nutritiva barra elaborada con kiwicha, maca, miel de abeja y no sé qué más.

Valga la aclaración, la famosa comida chatarra no es totalmente originaria de los EE.UU. El chicle o goma de mascar era algo muy usado por los mexicanos de antaño y fue descubierto, estudiado y comercializado a lo grande por un estadounidense. Las papas, son peruanas, solo que en otro lado se les ocurrió venderlas fritas. Y la Coca Cola es en base a un jarabe o bebida andina. Me explico. En el sur del Perú y el norte de Bolivia, alrededor del Titicaca, se acostumbraba desde siempre mascar la hoja de Coca o hacer un Mate de Coca (agua hervida sobre las hojas). Pero además, en algunas boticas, se acostumbraba vender una bebida dulce y refrescante hecha en base a la hoja de Coca. Un gringo la probó y le gustó tanto que compró la receta y los derechos al boticario que la fabricaba. Se llevó la fórmula a su país la estudio y perfeccionó hasta lograr el sabor ideal para su paladar. Y luego la vendió al gran empresario que la puso en una botella bonita, le creo un eslogan simpático y empezó a vendérsela a los soldados.

¿Una gaseosa nos da la felicidad? No. Imposible. ¿Masticar o chactar una hoja de coca nos da la felicidad? No. Imposible. ¿Aspirar PBC nos da la felicidad? Por supuesto que no: eso solo destruye el cuerpo. Sin embargo, es bueno ver el lado Coca Cola de la vida (es decir, ver el vaso medio lleno y no medio vacío) y saber que si bien el azúcar o la cafeína pueden levantarnos un poco el ánimo, si tenemos un caos interno en donde solo se albergan sentimientos negativos no habrá “bebida milagrosa” que nos devuelva las ganas de sonreir.

Tiene razón mi amiga que me dijo el otro día, así como quien no quiere la cosa, que solo me falta dejar de tomar gaseosas (para tener una alimentación sana). Y tiene razón el hippie en recalcar que las gaseosas no son un desayuno idóneo. Y tiene razón el gobierno en afirmar categórico que nuestro país seguirá sembrando coca para usos lícitos a usanzas de nuestros ancestros los incas (léase chactar la coca o utilizarla como insumo para bebidas que no tienen alcaloides – como el Vortex que te da energía pero no te droga). Pero no me van a negar que es muy bueno tener campañas publicitarias que, en medio de tantas noticias grises, nos motiven a buscar el lado bueno de la vida…

lunes, marzo 17, 2008

Que viva la paz!!!



Maravilloso!!! Nuestros vecinos estuvieron pasando por días muy difíciles pero finalmente la guerra no se concretó. No solo Venezuela, Ecuador y Colombia cantaron... todo Sudamérica sintió su alegría. Creo que quienes pudieron estar allí vivieron un momento histórico, de aquellos por los que vale la pena vivir. Noticias así deberían escucharse todos los días. Pueblos hermanos, con una cultura común y un pasado entrelazado se fueron hasta la línea de la frontera para gritar tan alto como pudieron que no queremos la guerra, sino la paz. Más allá de que la Guerrilla Colombiana (a mi parecer más cercana al terrorismo que a fuerza oponente) siga maltratando a sus secuestrados y el presidente Venezolano siga pensando de la misma manera, es claro el mensaje que estos cantantes y las más de cien mil personas presentes en la línea de frontera. El problema no está del todo resuelto y como siempre en una discusión todos tienen su cachito de culpa (uno por invadir terreno, el otro por acoger guerrilleros) pero al menos hubo una disculpa y el compromiso de retomar el diálogo. Y por sobre todo hubo colombianos, venezolanos y ecuatorianos comunes y corrientes que se tomaron de la mano, vistieron su polo blanco y cantaron juntos.
De más está decir que fue muy emocionante ver el concierto por tv. Creo que más de uno debe haber cantado y llorado emocionado. Gracias Juanes, por tan linda iniciativa. Gracias Alejandro por tu "Vale, a lo mejor me lo merezco" y tus "cuantas veces corazones partidos". Gracias Bosé (no solo eres lindo, sino que estas lleno de buenos deseos). Gracias a todos los que estuvieron allí y vibraron cantandos juntos "ojala que llueva cafeeee..."






martes, marzo 04, 2008

El mejor de los mundos

Vengo de un desayuno en el que Fritz Du Bois, destacado economista peruano y gerente del instituto peruano de economía, nos comentó que efectivamente vivimos en un paraíso antes nunca imaginado. Estamos tan acostumbrados hoy a tener crecimiento sostenido y estabilidad económica que un poquito de inflación nos parece un pecado capital. Es más, según el economista “Existen pocas probabilidades de que nos impacte la recesión que se vive en Estados Unidos. Tenemos un fuerte impulso de inversión privada extranjera, los sectores productivos están operando al 80% de su capacidad y la economía ya no depende exclusivamente de las exportaciones mineras”. Y por si fuera poco, el ruido político no está impactando al quehacer económico, que va casi en “piloto automático”.

Demasiada buena noticia junta. A nivel macro todo es felicidad. “A que bien ¿Y eso en donde está pasando?” Suele decir mi papá cuando escucha que estamos en una economía maravillosa. Y es que durante toda su vida el país estuvo en crisis financiera. De hecho, los primeros 20 años de mi vida yo no he escuchado decir otra cosa que no sea “estamos en una crisis terrible”. Si cuando aprendí a leer periódicos, la palabra “crisis” era la más fácil de reconocer, porque era una de las más repetidas.

¿A quien debemos todo esto? Y sí, a la dictadura de los noventa (ahora con su responsable en tribunales) y a la continuidad de Toledo y a la continuidad del primer año de Alan. El mismo Alan que originó la mayor inflación de la historia del Perú. En aquellos tiempos, lo que un año te alcanzaba para comprarte un televisor, al año siguiente alcanzaba para comprar dos kilos de pan. Es por eso que hoy nos espantamos cuando nos dicen que en febrero tuvimos inflación del 0.99%. El fantasma se asoma y nos asusta. Y bueno, desde hace más de diez años que el pasaje en bus cuesta un sol y que el kilo de azúcar se mantiene en alrededor de dos soles…

Lamentablemente, a pesar de esa estabilidad y tanta cifra bonita, en cientos de hogares del interior del país sigue faltando ese nuevo sol para el pan de cada día…


Anexo:

Algunos ejemplos de nuestra inflación actual

Matrícula colegio
2001 – 550 soles
2006 – 550 soles
2008 – 600 soles

Combo infantil de comida rápida
Enero 2001 – 8.99
Enero 2007 – 8.99
Enero 2008 – 9.99

En la época de Alan:
“Según información que aparece en la página web del INEI, en el año 1987 la inflación fue de 114,5% y el año 1988 saltó a 1722,3%. En 1989 la hiperinflación llegó a 2775,3% y en 1990 alcanzó el pico histórico de 7649,6%.”