jueves, enero 24, 2008

Aeronunca




“No me extraña. En Colombia le llamamos Aeronunca”, sentenció mi vecina colombiana cuando, estupefacta, vi en el letrero luminoso un retraso de tres horas. Eran las 2:40, estábamos empezando nuestra cola (que por cierto era tan larga como los cabellos de Rapunzel) y en lugar de viajar a las 5:30 de la tarde – como estaba estipulado – viajaríamos a las 8:30 de la noche.
“Ellos sí se pueden retrasar pero nosotros no”, añadió fastidiado el distribuidor textil de atrás mío, quien no pudo viajar en la mañana porque llegó a las 5:35 y el counter se cerraba a las 5:30 (el avión salía a las 6:15). “Claro a mí me cobran 50 dólares de recargo por llegar tarde…”, continúo nuestro vecino, quien viajaba a una conocida feria en Medellín.

Así fue como pasé menos de 24 horas en Colombia y más de 16 horas entre aviones y aeropuertos para ir a un país que queda “aquisito no más”. Pero no fue, para nada, una espera desagradable, gracias a los vecinos de cola que me tocaron. La colombiana vivía en Suecia y estaba de vacaciones, feliz de poder conversar con extraños sin “invadir el espacio personal de los demás”, el taiwanes casado con peruana y dueño de un casino tenía muchas historias variopintas y el textilero desbordaba buen humor a pesar de las circunstancias, así que no nos faltó tema de conversación en las dos horas que nos demoramos en la cola.

Pasado el chequeo, subimos con la colombiana rumbo al shopping de recuerditos. Y tal, que uno se puede olvidar que está en un aeropuerto entre tanta tienda. Luego, cual paseo de sábado por la tarde, terminamos sentadas tomando un jugo y un Suspiro a la Limeña (no te puedes ir sin probarlo…). Así se fueron dos horas más. La última hora ya nos resignamos a sentarnos en la sala de espera, pero la charla fue imposible detenerla…

Arribamos a Colombia a la medianoche. Y regresé al aeropuerto de Bogotá a las 6:50 de la tarde de ese mismo día, acompañada por un colega, a quien tampoco le faltó historias que contar y blogs que recomendar (toñito y caricaturas existencialistas). No paramos la charla todo el viaje… hasta que llegamos a la cola de migraciones en Lima. Distraídos con la música de los audífonos, pasamos otra hora entera dando un paso cada medio minuto y adivinando en los rostros de las decenas de personas de la cola cual era el motivo del viaje y quien podría ser un “burrier”…

Ah, sí, la ciudad es muy simpática. Toda ella llena de ladrillos, mezcla su estilo naranja en forma armoniosa con el verde los cerros y el despejadisimo cielo serrano. Fue un gusto conocer su estilo tan simétricamente bien cuidado y tan armoniosamente decorado.


p.d. ¿Vieron que son necesarias las zapatillas en un Aeropuerto?







12 comentarios:

Anónimo dijo...

que tremenda cola!!!!

¿que esa aerolinia no tenia pra hacer el registro por internet?

Ursula dijo...

Bogotá es una ciudad lindísima. Y sobre Aeronunca, qué linea era, Avianca??? Por que si es esa, yo también tuve un problema parecido, y en plena luna de miel, grr, ya me dio cólera de sólo recordarlo.

En todo caso es curioso cómo puede surgir la amistad en este tipo de circunstancias. Ya tienes una nueva amiga colombiana, quizá nunca la vuelvas a ver pero de hecho la vas a recordar.

Besos

Marcela Mendoza R. dijo...

anónimo, te cuento que nunca en mi vida me habia tocado una cola tan larga para chequear un pasaje.

ursula: si, Bogota es muy bonita, toda de ladrillo, con un sol esplendoroso aun cuando estan en heladas...

Carlos Martinez dijo...

Odio los aviones y los aeropuertos. Cada vez es peor viajar en avión, y desde tanto canguelo con la seguridad peor. Son tan demenciales las medidas de seguridad que es facilisimo saltarselas.
Lo que cuentas es perfectamente aplicable a la termianl 4 del aeropuerto de Marid.

Marcela Mendoza R. dijo...

no conozco Madrid. Ojala esté por allí algún día Carlos. Y bueno, en un vuelo Perú - Colombia es como lógico que se refuerce la seguridad... si en ese avión todos son sospechosos de burrier hasta que se demuestre lo contrario ... te miran como diciendo ¿Y tu?...

ROx dijo...

Veo que disfrutas las experiencias, lo mejor de ellas es que te dan un motivo para pensar, y para escribir!.

Iva dijo...

pues yo nunca he tenido problemas las veces que he ido a bogotá entrando pero saliendo es otro cuento.

lo chévere de estos desencuentros es precisamente lo que relatas...uno hace amigos temporeros y pasa un rato chévere.

¡y bogotá es divina!

muchos saludes marce :)

Marcela Mendoza R. dijo...

de eso se trata la vida Rox, (solo se vive una vez....)

iva: si para colmo de males los de la aduanas colombiana me confiscaron mi arequipe (dulce colombiano) porque superaba los 100gr...

La gata que no esta triste y azul dijo...

Ni te cuento lo que pasa aquí en el verano, semana santa y puentes importantes.... Los trabajadores de lineas aéreas, controladores y demas aprovechan para ponerse de huelga; alguna linea quiebra y deja a sus viajeros en el suelo y que les zurzan, hay overbuking de ese a mogollón, y los aeropuertos parecen campos de refugiados.

Marcela Mendoza R. dijo...

Chispas !!!

Iva dijo...

¡ay marce, yo sé lo que es arequipe! ¡viví en bogotá 6 meses aunque la verdad es que me parece que fueron años! de hecho, tengo un arequipe y unos bocadillos de guayaba que me trajeron de allá...mmmm...

Marcela Mendoza R. dijo...

los bocadillos si pasaron... pero el arequipe no

buaaaa