sábado, mayo 09, 2009

del César, su mujer


El economista y director del diario Perú 21 nos habló el viernes sobre Nadine, la esposa del candidato a la presidencia Humala, quien es, al parecer, una de las plumas mejor pagadas del entorno peruano. Ella envía textos a un diario extranjero (que por cierto no le ha publicado ni un solo texto) y está disponible para asesorar a otras dos empresas más y gana US$9000 mensuales... ella parece la mujer del Cesar, es decir, comunicadora social exitosa, ahora que lo sea...



Aquí está un escrito un tanto antiguo de una ingeniera, bloguer por excelencia, con los pies bien puestos sobre la tierra. Habla de lo mismo. Bueno, no exactamente de lo mismo, pero parecido. Habla de la mujer del Cesar. A ella no le importa parecer algo, sino serlo. Ella se pregunta en su texto: ¿Es que acaso no sólo basta el hecho de “ser” para también “parecer”? ¿Existe acaso la posibilidad de “ser” y “no parecer”? ¿Por qué yo me esforzaría en parecer algo que no soy? La antítesis de Nadine, sin lugar a dudas...



Y sí, Diana, caras vemos pero corazones no siempre conocemos. A veces somos y no lo aparentamos tan claramente. O parecemos lo que no somos. O la gente tiene miopia (lease prejuicios, estereotipos, paradigmas, etc.) y no ve lo que realmente una chica es. Un ejemplo son los chicos que creen su novia es "buenisima como un ángel" cuando en realidad solo es de rasgos finos y trato dulce, pero esconde un excesivo egoismo que luego el fulano en cuestion no se explica de dónde apareció. ¿Vale la pena desvivirse por complacer la mirada superficia de aquellos que no son capaces de ver la esencia de cada cual? Coincido contigo en que no hay que perder la paz por eso. Como dice la canción, me vale! Sé quien soy y la gente que no es miope, que me quiere de verdad, lo sabe también. Lo importante es ser, porque cuando se "es" de verdad la mujer del Cesar, no hay necesidad de estarse preocupando en parecer esposa del Cesar. Pero eso no significa que sea "super genial" parecer algo que no se es. Tonta eres, repetía siempre mi abuela, si aparentas lo que no eres y te quedas tan contenta.

9 comentarios:

Marcela Mendoza R. dijo...

el dicho original, para el que no lo ha oido es:

"no basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo"

ROx dijo...

Si, pues, Marce, si pues.

Dinia Solano dijo...

Ser transparente, cueste lo que cueste, es lo que da satisfacción. Al final, quién mantiene una máscara, termina sufriendo más cuando la pierde.

Saludos

Esther dijo...

A esa pregunta de si vale la pena complacer esa mirada superfia... yo lo tengo clarísimo, para mí no. Para qué molestarse con alguien que ni te ve... es mejor no torturarnos y además, por otra parte, ponerse delante para que te vean tb es como forzar a los demás y con eso tb se pierde toda la gracia.

Ya dicen que las apariencias engañan, ya lo dice el dicho y nunca mejor dicho.Bueno, los dichos tb generalizan pero, tiene su parte de razón.

¿Ser y no aparentar? Yo creo que tb es posible y pasar como desapercibido...

Y es verdad, es mejor ser y no sólo aparentar. Yo tengo experiencia de gente a la que le gusta incluso aparentar para impresionar a alguien... y se arriesgan a eso: a que un día se destape la verdad y que se vea que de eso que aparentaban nada de nada. Es mejor intentar no fingir lo que no eres y si no le interesas a alguien o no te ve... qué le vas a hacer.Mejor tomárselo todo así.

Saluditos.

Diana K. Horqque dijo...

Querida Marcela:

Muchas gracias por mencionar mis preguntas en tu texto, me siento muy honrada de aparecer en un escrito tuyo. Cuando escribí el post que mencionas en "del César, su mujer" lo hice en un momento muy difícil, en un entorno de mucha confrontación con la realidad. Ahi trato de expresar mi profunda contradicción frente a los cismas entre "las esencias y los pareceres". Cosas que me pasaron en la experiencia... full vivencia, nada de teoría (y cómo duele, y sí que duele, como diría una canción).
Un saludo muy grande y de nuevo muchas gracias por este honor.

Marcela Mendoza R. dijo...

dinia: y no hay mascara que dure 100 años sin ser descubierta!

esther: ni "buenas apariencias" eternas!

la mentira tiene patas cortas.

Marcela Mendoza R. dijo...

diana: en esta ciudad en donde hay tanta gente que prefiere dejar de comer antes de dejar de comprar un telefono o un vestido que las haga "parecer" que pertenecen a un determinado estrato socioeconomico, tiene mucho valor tu determinacion para darle mas importancia al ser, y no al aparentar algo que no se es. tus preguntas son mas que adecuadas para el entorno en el que estamos.

Viv. dijo...

Un punto fundamental es el conciliar ideas con acción: la manera como cada individuo asume su vida, su actitud ante cada hecho cotidiano por más nimio que parezca, lo que hace y lo que deja de hacer, son radiografías de su ser, ese ser que puede o no ser percibido por los demás ... Una persona que ejerce cierto poder directamente o está ligada a alguien que lo detenta, está en la vidriera pública, sabiendo que sus dichos y hechos serán objeto de juicio ... no quisiera estar en la piel de un ser público. Ya no sería, dejaría de ser. Qué terrible!

Saludos.

Marcela Mendoza R. dijo...

(lo llaman coherencia... o ser consecuente) y sí, eso de estar en vitrina solo por estar casada con alguien que ostenta el poder conlleva mucha responsabilidad...