sábado, noviembre 22, 2008

El otro discurso


Sí, el discurso de los políticos es positivo y los economistas apelan a la esperanza, pero la gente no lo está tanto. Así lo percibí en las diferentes charlas que tuve en las calles. La angustia sobre el futuro existe y aún en las Vegas, una ciudad por demás lujosa, se está sintiendo la pegada.

El mexicano-americano que vemos en esta foto me contó que la cosa esta fea. No hay muchos trabajos, especialmente de construcciones. “No hay casi nada de trabajo, hay pocas obras de construcción y todos conocemos a alguien que se ha quedado sin work”, me comentó.

En las calles parecía que no existía mayor inconveniente, porque la mayoría de gente reía, bromeaba, paseaba y compraba, pero no hay que engañarnos: eramos los turistas los que armábamos el alboroto. Y según me comentaron, no eramos tantos los turistas como en otras épocas, porque hasta eso ha bajado. Pero, eso sí, todos están apoyando a Obama y están esperando que la situación cambie, el bienestar regrese y puedan comprar todo lo que se les antoje, necesario o no, sin estar pensando en que es mejor ahorrar (y no endeudarse con la engañosa tarjetita).

Ahora, seamos francos, la crisis pueda afectar la capacidad de consumo de los gringos, pero hay algo que si no cambiará de ninguna manera: la buena pinta de muchos estadounidenses (y no lo digo solo yo, sino también mi colega chilena). Aquí no escasea la belleza...

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