lunes, diciembre 03, 2007

Belleza

Andando por la web, la semana pasada, encontré un texto que me dejó un tanto preocupada. Era sobre la falsedad de las mujeres y sobre cómo el maquillaje es también una forma de mentir, porque ocultamos nuestros defectos para dar una imagen que no es real.

En una sociedad como la nuestra, en donde juzgan tu apariencia hasta para darte un empleo como contadora, la belleza se ha convertido en un imperativo impuesto para triunfar. “No hay mujer fea sino mujer pobre” dicen las tías haciendo referencia a que es un pecado no verse linda hoy en día, cuando con cirugía y maquillaje se puede arreglar hasta la más mínima imperfección de la piel.

No se trata ya de ponerse una faja para verse regia y poder conseguir marido. Ahora es un delito público ser ministra y no contar con una asesora de imagen que le indique con que ropa luce menos desastrosa. Y si se desea ser presidenta de directorio en una transnacional las visitas al salón de belleza son un cumplimiento de ley.

Y luego de todo el esfuerzo para bajar de peso y las horas estirando los rulos con la secadora o soportando una faja super apretada, allí están algunos chicos quejándose de la falsedad del maquillaje femenino y del engaño visual de algunos vestuarios.

Lo importante es lo de adentro, tu corazón y tu forma de pensar, nos decía la abuelita a todas las nietas cada vez que podía. Si una chica es buena eso se nota en los ojos, añadía la tía lucha. “Lo importante es cultivar tu espíritu y formar tu personalidad, porque la figura bonita te la pueden dar en un salón, pero el espíritu cochino no se lava con jabón”, nos repetía.

¿Saben algo? Creo que mi abuela tenía razón cuando nos decía todo eso. Por ejemplo mi prima Mary es linda, pero no es linda porque tiene un estilo azabache cautivante y una figura completamente armónica. Es linda porque es dulce como el dulce de leche argentino y más pesada que una tasa de té. Es linda porque siempre fue generosa, siempre se desvivió por ayudar a criar a todas sus hermanitas (que por cierto eran super traviesas) y siempre ha sido un hombro sobre el cual su mamá se puede apoyar. Esa lindura suya, tanto interior como exterior, le ha conllevado una vida con muchas alegrías. Esa picardía y astucia acompañadas de un noble corazón la ha convertido en una estupenda mamá que en la noche, cuando se quita el maquillaje, no deja de ser linda.

No es malo ser linda, o ir al salón y esforzarse por verse linda, decía mi mamá. Es más, andar bien arreglada es una forma de alegrar la vida propia y ajena, porque se contribuye a embellecer el ambiente. Creo que el punto está en el equilibrio. En arreglar lo de adentro y lo de afuera. En proyectar lo que se tiene dentro y no dedicarnos a cubrir con artificios el vacío interior.


En todo caso, si no se puede conseguir ambas cosas (belleza externa e interna) pues darle prioridad a la interna, porque ella se refleja en el exterior. “Y quien busque eso en tus ojos lo encontrará”…

8 comentarios:

Ursula dijo...

No puedo estar más de acuerdo contigo. La belleza es interior claro que sí, pero la exterior también es importante. Sin necesidad de parecer unas barbies, una persona (sea mujer u hombre) que se preocupa por tener una buena apariencia física demuestra alta autoestima y respeto a los demás también.

Saludos

Viv. dijo...

Creo que quien se siente bien se ve bien y no a la inversa.
Cierto que lo accesorio ayuda de igual manera que el confort a nuestra vida cotidiana ... Depende de la actitud de cada uno, de esa capacidad de mantener una cuota da misterio ante los ojos del otro.

Te deseo una excelente semana.

Marcela Mendoza R. dijo...

Y si Ursula, cuidar la apariencia es vital. Y alcanzar el citado equilibrio no es tan fácil (la teoría es siempre más fácil que la práctica) pero es importante. Yo personalmente no soy muy amiga del rimel y eso, pero sé que es muy importante.

Claro Blue!

Dinia Solano dijo...

Lo bueno sería recordarle esto a todas nuestras mujeres, para que no se pasen angustiando por las arruguitas y la apariencia de anoréxicas.

Buena alimentación y vida sana. Eso es lo mejor en la vida. Lo demás ayuda pero no es vital.

Gracias por recordármelo!!

Carlos Martinez dijo...

De acuerdo en todo. La primera impresión es la de la superficie, luego lo de dentro lleva mas tiempo. Lo deseable es que todos supieramos ver un poco mas de lo que se muestra en primer término.
Y que desde luego no es con intencion de engañar, sino de ajustarse a los requerimientos de la vida diaria de cada uno.

Marcela Mendoza R. dijo...

Dinia, lo que se puede naturalmente, no va. lo imposible, ni torturandose. y una vez más, no tiene sentido torturarse para ser aceptada por alguien que no nos aprecia por como somos en verdad...

importante oírlo de un caballero, ¡gracias Carlos!

Anónimo dijo...

Qué maravilla la sabiduría de las abuelas. Yo todavía hoy sigo aplicando en mi cotidianeidad un par de frases de mi abuela Julia, y eso que no la pude disfrutar mucho porque vivíamos en ciudades diferentes. Pregunta ¿es posible ser más dulce que el dulce de leche argentino?

Marcela Mendoza R. dijo...

y sin llegar a ser empalagosos, se puede ser tan dulce como haga falta!
y si la situación lo amerita, pues traer un poquito de ají...