viernes, agosto 11, 2006

Siempre Listos!!!



El frío nos era indiferente. La noche era cálida. Un kilo de chompas, guantes, gorras y chalinas nos ayudaban a calentarnos, pero la protagonista era la fogata. Sus llamas se elevaban orgullosas en medio del bosque y nuestros cantos: "Opalele, Ameriquiticombi, Amamasasa, Opale, palua, palue". Los mashmelos derretidos, las risas y abrazos eran más que suficientes. Las historias de terror y chistes venían por añadidura.

En casa las princesitas no lavaban ni un vaso y mucho menos tendían su cama. Pero en el campamento había que levantarse a las seis a correr aunque hubiera tres grados bajo cero, cocinar una ollota de avena para toda la tropa y tener la carpa ordenadísima para la inspección si la patrulla quería ganar puntos. Demás está decir que Alejandra cocinaba un arroz masacotudo feísimo, Papu siempre nos asustaba, Maira le consultaba todo a su amigo invisible y Lucho era un coqueto. Aún con todo, siempre estabamos listos.

Un día Papu se puso una sábana blanca y – aunque parezca increíble – nos asustó como nunca. Otro día jalaron nuestros sleeping fuera de la carpa y amanecimos – no miento – a la intemperie. Pero esas son excepciones. La mayoría de veces estaban con la mano extendida para ayudarnos a cruzar un puente colgante, jalar duro de la cuerda en algún juego o buscarnos si nos perdíamos en el bosque.

Ahí aprendí a trepar árboles, curar una herida, izar una bandera y saludar con la mano izquierda. Aprendí a trabajar en grupo, a esforzarnos para ganar, a cumplir con una buena acción todos los días y preparar panqueques. Aprendí, por sobre todo, que los amigos son el mayor tesoro en esta vida. Aprendí el Espíritu Scout.

Trepamos montes, cruzamos ríos y exploramos selvas. Caminamos mucho, dormimos sobre piedras y nos divertimos de lo lindo. Construimos nuestras propias mesas, jugamos a buscar el tesoro, competimos todo el santo día y nos llevábamos unas medallas por la noche. Recorrimos valles sin papas renegándote. Viajamos con solo una mochila al hombro y hasta vendimos galletas afuera de la iglesia.

Quien ha sido Scout y lo ha vivido, lo ha gozado. Baden Powell enseñó mucho más que nudos y pañoletas, por eso es vital que su labor siga. Bettina (jefa de patrulla Panteras de la gloriosa San Isidro 51) me escribió hace poco. Al parecer la situación es preocupante. La Asociación Nacional de Scouts del Perú tiene serios problemas económicos y puede llegarse a la "suspensión" de actividades oficiales de los Scouts en nuestro país. Justo ahora que falta tan poco para celebrar el centenario de la creación mundial de los scouts. ¿Qué hacer? Si alguna ves fuiste miembro de la manada, llama a tu grupo y ofrece tu ayuda. Toda mano amiga será bien recibida.

Sigamos siempre listos para servir.


P.D. Si mal no recuerdo, esa foto nos la tomamos en el Pastoruri!!!

11 comentarios:

Anónimo dijo...

uhf! a mi no se me dan mucho eso de los campamentos

Anónimo dijo...

Por la foto, tenía pinta de hacer un frío terrible ese día.

Saludos

Marcela Mendoza R. dijo...

cuestión de gustos mary, cuestión de gustos.

gulliver: mucho frío ... además que como es un nevado la altura te marea y no puedes ni correr mucho. creo que alguien casi se desmaya...

Marcela Mendoza R. dijo...

pero como éramos niños y nos divertíamos tanto, ni nos percatábamos de la temperatura, todo era diversión!!!

Anónimo dijo...

una friolenta como tú en el pastoruri!!! increible!!!

Viv. dijo...

Una gran experiencia sin dudas pero yo paso de algo así.
Besos.

Marcela Mendoza R. dijo...

sí, mary, una friolenta como yo en aquellos años no era tan friolenta.

hola blue! de verdad que es divertido!

La gata que no esta triste y azul dijo...

jolines que frio...

Marcela Mendoza R. dijo...

tantito!

Anónimo dijo...

Bettina sacó web!!! visitenla en
http://51forever.tripod.com/ y comprenderán mucho más lo que somos, fuimos y seremos!!!

Marcela Mendoza R. dijo...

pero valga la aclaración, no dormimos en el pastoruri, tan solo estuvimos ahí en el día. En la noche nos fuimos a nuestro campamento en el bosque (no recuerdo exactamente en que parte de Huaraz era, pero de que era bosque, era bosque, y igual hacía bastantísimo frío).
Y según los chicos de la tropa, nosotros nos quejábamos por miles de tonterías.... pero tampoco tanto he!