Mis oídos se llenaron con tus susurros… y listo. Tan solo reencontrarte es suficiente para olvidarse del estrés de la agitada, bulliciosa y (hoy más que nunca) congestionada Lima. Fue un encuentro breve, típico de fiestas patrias, pero pleno. Aún cuando no había llegado a tocarte, tan solo sentir tu ir y venir cadencioso me bastó para relajarme y dejarme convencer de tus encantos, los cuales comprobé una ves más cuando mis pies se humedecieron en ti.
Te encontré un tanto más frío y calmado que de costumbre, pero como siempre esquivo, lejano, recurrente y seductor. Coqueto jugaste con nosotros, nos entusiasmaste y luego nos colmaste de esa paz que solo tú sabes dar.
Tres días saben a poco, pero también a mucho, porque tu, mi querido mar colaneño, eres capaz de sacarnos de nuestro acelerado ajetreo para devolvernos un poco de paz.
4 comentarios:
Mmmmmm... ...el mar ¡qué rico! La playa siempre es un bálsamo de paz y de tranquilidad, un pequeño paraíso. A mí, las que más me gustan son las solitarias y de hecho, una de mis favoritas está super solitaria. Para mí siempre es una seductora huída de todo la playa.
Muy bonitas fotos.
Un saludito.
"Si yo pudiera volver al mar a aquella playa donde llovía siempre" (Arteche)-me abstengo por estos días helados, brr!!- Un abrazo.
(¿Y Rox, por dónde anda??)
esther: eso eso es, bàlsamo de paz.
blue: aca el perù esta loco. en lima, donde se supone que hace frio siempre, estamos en algo mas parecido a primavera, con un montòn de sol en las tardes...
y en el norte, donde queda colán, siempre es como verano, con sol y calor. eso si, en invierno el agua es mas fria (en verano el agua es caliente) y hay viendo de noche, pero al medio dia un calor!!!
la rox con la locura de mudarse y volver a empezar en miami
Que rica el agua!!!
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