Integración

Dejemos un rato de lado a nuestro ex-presidente, digo, para no hacerle tanta propaganda. Navegando ayer entre crónicas de distintos blogs encontré algunos comentarios que me llamaron mucho la atención. Son ideas expresadas por europeos, reacciones ante el escándalo violento en París.
Decían que era mejor tener un sistema de migraciones más exigente, que no permite ingresar a personas de países con antecedentes violentos o a gente sin estudios universitarios, para evitar luego las quejas y reacciones violentas.
Sin perder la paz (no se trata de entrar en pleitos verbales) es importante aclarar algunas ideas. Creo que son justamente esos pensamientos los que originan la ira en los que se sienten discriminados. Para empezar, la educación en tal universidad o tal colegio o el pertenecer a tal estrato socioeconómico no garantiza la honradez. El tener varias tarjetas de crédito tampoco (sino mirén al expresidente ahora preso). De otro lado, vale destacar que el líder terrorista más temible del Perú (Abimael) fue justamente alguien bien instruido, extremamente inteligente y docente universitario. Ese no es el punto.
¿Que Europa cierre sus puertas a los miles de tercermundistas interesados en vivir allá? ¿No sería mejor que Europa se preocupe de ver como mejora el trato y la educación para los tercermundistas que ya viven y trabajan allá? Hay que ver como calmamos los problemas personales de quienes piensan la violencia es la solución.
En vez de jugar a cerrar las puertas (¿les gustaría a los europeos que los tercermundistas no dejemos venir a sus empresarios acá porque se llevan nuestra riqueza?) creo que la solución a los problemas no está en crear más divisiones y más rencores entre los menos favorecidos. Creo que la solución es abrir las puertas y salir de nuestras cuatro paredes para ver y conocer otras realidades y encontrar poco a poco maneras de cambiar lo que no anda.
Que vengan los inversionistas... y que los tercermundistas que puedan viajar lo hagan con libertad. Eso es integración internacional.